El año terminó muy mal para algunos. Falleció George Michael. También se nos fue Carrie Fisher, la conocida actriz norteamericana que encarnó el personaje de la princesa Leia en la saga Star Wars. Falleció de repente, víctima de un paro cardíaco, que dejó a los fans de La Guerra de las Galaxias huérfanos de uno de sus personajes más queridos. La actriz había vuelto a la gran pantalla, reencarnando a la princesa Leia Organa para el Episodio VIII, cuyo título se desconoce todavía. Cuando se estrene, Carrie Fisher aparecerá y será, de hecho, la última vez que la veamos trabajando en el cine y representando a uno de los personajes que más la hizo brillar. El rodaje terminó a finales de julio y nadie podía imaginar que ocurriría algo así. De ahí que muchos fans se hayan preguntado si en la próxima entrega, cuyo estreno está previsto para 2019 y que todavía no ha sido rodada, construirán digitalmente el personaje de Carrie Fisher para que siga apareciendo en la entrega.
No es un truco nuevo. En la última cinta que estrenaron, Star Wars, Rogue One, el equipo de la película recreó digitalmente al actor británico Peter Cushing, fallecido en 1994. Este fue, en la primera entrega de la serie, allá por 1977, el personaje de Gran Moff Tarkin. Al final de la película también aparecía una joven princesa Leia, también representada con esta tecnología. Pues bien, Lucasfilm acaba de descartar que vaya a utilizar un doble digital de Carrie Fisher para los próximos episodios de Star Wars. En un comunicado, Disney (Lucasfilm) dice exactamente lo siguiente: «Queremos asegurar a nuestros fans que Lucasfilm no tiene el proyecto de crear digitalmente el papel de Carrie Fisher como princesa Leia o general Leia Organa«. Añaden, además, que «Carrie Fisher fue, es y será siempre un miembro de la familia Lucasfilm. Ella fue nuestra princesa, nuestra general y, lo que es más importante, nuestra amiga. Todavía nos duele su pérdida».
Para el caso de Peter Cushing, Gareth Edwards, director de la entrega de Rogue One, había pensado en que el personaje de Grand Moff Tarking lo interpretara otro actor, pero el jefe de efectos especiales, John Knoll, convenció a Edwards para que usar la tecnología CGI para devolver a Tarkin a la vida cinematográfica.Para ello, Guy Henry, un actor de 56 años de edad, hizo los movimientos de Cushing y mantuvo el secreto hasta el final.
Carrie Fisher, que de momento no volverá a aparecer en ninguna de las nuevas entregas de Star Wars, sufrió un paro cardíaco en el aterrizaje del vuelo que cubría la ruta Londres – Los íngeles. Tras ser hospitalizada, la actriz no resistió el embiste y los médicos no pudieron hacer otra cosa que certificar su muerte. Un día después, fallecía Debbie Reynolds, la madre de Fisher, conocida por su papel en Cantando bajo la lluvia (1984) a la edad de 84 años, veinticuatro más que su hija, víctima de un derrame cerebral.
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