Un sencillo dispositivo permite generar contenidos de realidad aumentada sobre cualquier superficie. Esto significa que podremos disfrutar de la realidad aumentada en cualquier lugar, sin necesidad de aparatos excesivamente costosos.
La realidad aumentada está de moda, y muchos argumentan que es el futuro de las experiencias tecnológicas. Lo hemos comprobado con Pokémon GO, que añade un extra de diversión con respecto a los juegos clásicos porque podemos encontrar los Pokémon en cualquier lugar de la vida real, superpuestos encima de aceras o sentados en el asiento del autobús.
¿Y si pudiéramos aplicar la realidad aumentada a todo tipo de contextos? Esto es lo que se han propuesto los creadores de Lightform.
Lightform, realidad aumentada para todos los gustos
Lightform es un sistema que utiliza la tecnología de mapeo de proyección. El análisis se realiza gracias a un sencillo proyector de vídeo capaz de escanear cualquier superficie con sensores de profundidad.
La información de estos sensores permite conocer perfectamente la superficie de los objetos, para que después se puedan diseñar los efectos de luz y realidad aumentada más adecuados.
Ejemplo de aplicación de Lighform para crear información en realidad aumentada sobre un panel o una pizarra
De momento el sistema está aún en fase de desarrollo, pero las posibles aplicaciones son casi infinitas. Los creadores de Lightform han publicado dos sencillos ejemplos del uso de realidad aumentada dentro de casa.
Realidad aumentada con pocos medios
Muchas posibilidades de la realidad aumentada requieren aún equipos complejos o gafas especiales. Los creadores de Lighform quieren acercar esta tecnología a cualquier usuario, eliminando obstáculos como el peso o la incomodidad de ciertos wearables diseñados para ello.
Además, si la tecnología de mapeo de superficies sigue su desarrollo, la realidad aumentada se convertirá en una herramienta perfecta para transformar cualquier espacio en una interfaz táctil e intuitiva.
Como se puede apreciar en este vídeo, las aplicaciones son casi infinitas. Conocer la superficie y la profundidad de todos los objetos permite diseñar animaciones complejas o incluso interactivas para responder al movimiento de las manos.
La realidad aumentada se usa ya en todo tipo de contextos, como en museos, conciertos, publicidad o escaparatismo.
