El Samsung Galaxy S8 podría llegar a partir del próximo año. Muchos rumores apuntaban a febrero, coincidiendo con el Mobile World Congress 2017, pero existen otros datos que nos hablan sobre la posibilidad de que finalmente se haga una presentación exclusiva en abril. Sea como sea, en las últimas semanas se han ido filtrando rumores y más rumores relacionados con la ficha técnica de este importante equipo. Y aunque todo son rumores y especulaciones, hoy que tenemos que hablar de algo un poco más concreto. Nos referimos al asistente de voz que llevará instalado el teléfono. Parece ser que para la ocasión, Samsung ha querido poner toda la carne en el asador, combinando elevadas tecnologías, como la inteligencia artificial con una API abierta al desarrollo de terceros. No hay que perder de vista que Samsung adquirió hace poco Viv Labs y que aunando esfuerzos con esta compañía, estaría en el camino de crear una plataforma llamada Bixby.
Pero, ¿en qué consistiría exactamente la plataforma o asistente virtual? Pues de momento no hay muchos datos, pero los rumores hablan de la posibilidad de que sea muy parecido a Siri, pero mucho más potente, claro está. Lo mejor de todo es que, según estos primeros datos, Bixby estaría preparado para integrarse con la mayoría de aplicaciones nativas que traería el dispositivo de Samsung. Unas aplicaciones que, por cierto, habrían sido ligeramente renovadas, tanto en el apartado funcional como en el estético. Esto significa que la mayoría de herramientas podrían aprovecharse de los comandos de voz y de todas las acciones/funciones que podamos encargarle al asistente. Habrá que ver cuáles serán las diferencias y mejoras con respecto a S Voice, pero todavía es pronto para relatarlas, mientras no veamos las capturas o tengamos descrito el funcionamiento de dicho asistente.
Todavía faltan unas semanas para que el Samsung Galaxy S8 salga a escena, pero a estas alturas ya tenemos infinidad de rumores filtrados. Puede que el dispositivo se presente equipado con una pantalla de 5,5 pulgadas y que se postule como un único modelo, porque contaría con pantalla curvada. De este modo, y dado el éxito alcanzado por el Samsung Galaxy S7 edge vigente, no haría falta que Samsung presentara un segundo modelo plano. Los rumores también dicen que el equipo vendría recubierto con una carcasa íntegramente fabricada en cristal, lo que permitiría a los usuarios disfrutar de un diseño mucho más elegante y futurista. El procesador sería un Exynos 8895 (aunque puede que en Estados Unidos y China llegue con un Qualcomm Snapdragon 835) que combinaría sus funciones con 8 GB de memoria RAM, lo que daría como resultado a una auténtica bestia en el terreno del rendimiento. El dispositivo, además, podría tener una capacidad de almacenamiento de 256 GB, siempre ampliable con tarjetas microSD externas.
Es muy probable que el equipo disfrute de un sistema de cámara dual y que integre parte de sus componentes justo por debajo de la pantalla. Esto incluiría, lógicamente, el sensor de huellas dactilares, el botón de inicio y el resto de sensores que habitualmente suelen estar instalados en la parte frontal del equipo.