video-reaccion

Parece mentira como la gente se saca de la manga, de vez en cuando, géneros y subgéneros que, bien por casualidad o por un plan perfectamente urdido, hacen que Internet sea un mundo totalmente cambiante y mutante. Lo que  hoy está de moda, mañana no, lo que antes molaba ahora es anticuado y lo que antes nos divertí­a hoy ni nos suena. De un tiempo a esta parte, dentro de los más jóvenes adictos a YouTube, se han puesto de moda los »ví­deo-reacción», una suerte de subgénero del unboxing en el que, en lugar de mostrar cómo abrir un paquete, mostramos cómo nos abrimos nosotros mismos, frente al trabajo de otros.

Si no lo entendéis, veamos algunos de estos precedentes y remontémonos a los orí­genes: allá por 2007 un ví­deo de carácter pornográfico dio la vuelta al mundo: Two Girls One Cup. Para los que sepáis de qué va, no hace falta que siga diciendo nada. Para los que no, digamos que es un ví­deo en el que participan dos chicas y un cucurucho de helado, pero en lugar de helado pues se comen… Otra cosa. Un ví­deo tan repugnante debí­a provocar en quien lo veí­a un asco desmesurado. Y así­ fue. Vean y disfruten del asco ajeno.

Otros de los primeros »ví­deo-reacción» que se grabaron fueron los de estos chicos al que le gastan una broma: uno de esos ví­deos en los que, de repente, y tras una escena congelada, emerge un demonio del averno acompañado de un grito ensordecedor. El resultado es tal que así­. Si no lo has visto, no te lo pierdas.

Posteriormente, se hicieron muy populares los »ví­deo-reacción» de tráilers muy esperados, videoclips lanzamiento de artistas célebres como Lady Gaga o Rihanna y escenas tremendas de series y pelí­culas donde sucede lo inesperado. Esto ocurrió en el celebérrimo episodio The Rains of Castamere, el de la boda roja. En este caso, mucha gente ya sabí­a lo que iba a pasar y, mientras veí­an el episodio con amigos ajenos al giro tremendo que iba a dar la historia, grababan su reacción. Estas son algunas de las más divertidas:

Ahora, los »ví­deo-reacción» han traspasado el mero hecho humorí­stico para adentrarse en espinosos temas  legales y de derechos de propiedad. Los Fine Bros. son dos jóvenes que se han  hecho tremendamente famosos por grabar la serie »Kids React to», entre otros similares que abarcan otros segmentos de edad, y en los que graban a niños »reaccionando» a elementos que les son ajenos por la edad: los shows infantiles de los 90, Michael Jackson, un Mac de primera generací­on… Pues bien, la intención de estos youtubers es registrar la palabra »react» y hacerla una marca propia para extender su negocio por el resto del mundo, y que locales graben sus propias reacciones a cambio de un porcentaje. Maniobra que no ha sentado bien a sus más de 14 millones de suscriptores. Fine Bros, respondí­an que solo querí­an proteger su contenido, evitando que otros se les adelantaran en la maniobra y registraran el término. Su intención última no era perseguir a los usuarios que hiciesen ví­deos similares a ellos.

¿Verdad? Mentira. En el pasado, los Fine Bros. han hecho que muchos usuarios eliminasen sus propios »ví­deo-reacción». De todos modos, ya han dado marcha atrás, pues su estrategia dio lugar a tremendas espantadas de suscriptores. ¿Tú qué opinas? ¿Es algo que deberí­a estar registrado? ¿Qué te parecen los »ví­deo-reacción»? ¿Cuál es tu favorito?

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