Uber no dejará de estar nunca en el centro de la polémica. Hace apenas unos días te contamos que el controvertido servicio había cambiado su política de privacidad para empezar a seguir de manera más exhaustiva la ubicación de los usuarios, con el fin, según indicaban, de mejorar el funcionamiento del servicio. Hoy tenemos noticias que no habrán hecho mucha gracia a los propietarios de la herramienta. Hablamos de la demanda presentada por Ward Spangerberd, un ingeniero que trabajó en el departamento de seguridad de la empresa desde marzo de 2015, hasta que fue discriminado, según dice, por cuestiones de edad. También fue acusado por la compañía, según revela The Verge, por filtrar supuestos fallos de seguridad y por haber formateado sospechosamente su ordenador. Once meses después de haber iniciado su andadura profesional con esta compañía fue despedido y ahora denuncia que Uber realizaba seguimientos de personalidades famosas, políticos importantes e incluso ex parejas de trabajadores.
Según la declaración que se acaba de filtrar, en el informe se detallan las normas de seguridad de la empresa, pero también se recogen valoraciones de ex trabajadores que indican que hay miles de empleados con acceso a los datos de seguimiento que almacena Uber, así como a información personal de otros empleados y conductores. El informe denuncia, en definitiva, una escasa protección de los datos privados y un mal uso de los mismos.
En esta misma declaración, ahora recogida por The Verge, se indica que Uber habría encriptado aquellos ordenadores susceptibles de ser analizados durante las incursiones de los investigadores y que se habrían destruido documentos relacionados con el litigio en cuestión. Esto pondría de manifiesto el incumplimiento de lo que Uber habría firmado ante un juez, comprometiéndose a designar a una serie de empleados para realizar todo tipo de controles sobre la información privada que se compilaba en sus servidores.
Pero esta no es la primera ocasión en la que Uber se ve afectada por una cuestión parecida. Ya en 2014 se habló del mal uso que se había realizado de una herramienta llamada God View, con la que algunos empleados habrían rastreado los movimientos de los conductores. Parece ser, además, que algunos de estos empleados habrían despedidos por haber accedido y utilizado datos privados, aunque Uber indica que serían menos de diez.
Por su parte, la empresa se ha defendido y en declaraciones al medio The Verge, ha explicado que están realizando diferentes investigaciones de seguridad y que están incorporando nuevos sistemas para proteger los datos personales de los usuarios. Entre estas medidas estaría, explican, hacer cumplir sus responsabilidades a los empleados autorizados a acceder a estos datos y estudiar a fondo las infracciones detectadas sobre datos de origen privado. Al mismo tiempo, indica que algunos empleados, como por ejemplo los que se dedican a combatir el fraude, deben tener acceso a esos datos para poder realizar su trabajo.
¿Has utilizado alguna vez Uber? ¿Confías en sus prácticas? Puedes compartir tus opiniones en los comentarios.