«Si sabes que solo puedes salvar una persona, tan solo a una. Salvamos a la persona que va en el coche». Son palabras de Christoph von Hugo, el hombre a cargo de los sistemas de asistencia a la conducción automática de Mercedes durante la última edición del Salón Internacional del Automóvil de París. «Si lo que sabemos con toda certeza es que una muerte se puede prevenir, esta será la primera prioridad».
Las declaraciones hechas por uno de los máximos responsables de seguridad de Mercedes han trascendido durante la última semana, más allá de las revistas y publicaciones especializadas. Y es que diversos debates éticos y morales se han puesto en cuestión a raíz de las declaraciones de von Hugo.
«Se podría sacrificar el coche. Se podría, pero entonces a la gente que tú has salvado en un primer momento, no sabes qué le pasará a continuación en situaciones que en ocasiones son muy complejas, así se salva a quién tú sabes que seguro puedes salvar» agregó von Hugo, en la que ahonda en la necesidad de salvar a los conductores frente a peatones o conductores de otros coches.
El argumento esgrimido por el dirigente de Mercedes es el número casi infinito de posibilidades que se pueden dar al volante. Y, en resumidas cuentas, ante la duda, Mercedes y su piloto automático pondrán todos sus esfuerzos en salvar a los tripulantes del coche automático.
Poniendo un ejemplo basto pero complejo, ahora queda en manos de una máquina y de sus algoritmos decisiones que, antes, el piloto no llegaba a tomar, sino que ofrecía una respuesta instintiva más relacionada con la habilidad al volante. Imaginemos que hay una persona mayor cruzando por un lugar indebido y en el coche viaja una familia con sus tres hijos. ¿Está justificado que el coche se estrelle contra una pared para salvar a esa persona? ¿Y si esa persona fuera un niño ¿U otra familia?
Pensamientos que otrora no pasaban de la barra de un bar forman parte indispensable del desarrollo de los coches automáticos de Mercedes. «No se clasificarán a las personas por el tamaño, la edad o su aspecto. Y que quede claro que el daño material siempre precederá al daño personal» también aclaró von Hugo, que también puntualizó que «el fabricante siempre es responsable» de la situación que se derive de la controversia.
Solventar de la mejor forma posible la cuestión ética es fundamental para Mercedes. Aunque si bien le quita hierro al asunto. «Creemos que esta cuestión ética no es tan relevante como la gente cree en la actualidad. Estos casos excepcionales se tendrán lugar en muy pocas ocasiones. Hay situaciones hoy en día que un humano no puede ni prever ni gestionar, por lo que tampoco podemos preverla para la conducción automática. En cualquier caso y por regla general, la conducción automática será mucho mejor que la conducción manual» concluyó el máximo dirigente para conducción asistida de la fábrica alemana.
Y si es la familia de Von Hugo la que esta cruzando la calle ?