La tecnología siempre ha estado ahí para ayudarnos, aunque la generalización del selfie haya producido alguna que otra muerte. “Selección natural”, que dirían algunos. Y es que el ser humano ha necesitado siempre ayuda para realizar sus tareas o para disfrutar más de su tiempo libre. Llevar a cualquier lugar la televisión, poder echarte perfume en el lavabo de cualquier lugar sin llevar bolso, o incluso transportar enfermos, han sido procesos que podrían haber sido muy diferentes sin el uso de la tecnología. Aquí te presentamos algunos prototipos, más o menos alocados, de lo que la tecnología pudo haber sido o es hoy en día.
Televisor portátil
Bueno, más que un televisor parece un minisubmarino. Quizá sería más interesante como escafandra que como herramienta de visionado. Desde luego no es el aparato ideal para ir viendo la televisión en el metro, o por la calle, o en ningún sitio. Fue creado en 1967 y, al parecer se quedó en aquella época, por el bien de la humanidad.
Dispensador de perfume
Estás en una fiesta y vas a retocarte al baño”¦ ¡drama!, te olvidaste el perfume en casa. Si los bares, restaurantes y discotecas tuvieran una máquina de éstas junto al dispensador de preservativos, solo necesitarías una moneda para pulverizar perfume sobre tu cuello. No es muy ortopédico, pero puede salvarte más de una cita, o eso pensaban en 1952.
Máquina de cócteles
“Un Martini con vodka, por favor. Mezclado, no agitado”. Hay cosas que una máquina no puede hacer por ti, como ponerle encanto a una copa. Poco habrían triunfado los gintonic de hoy en día y toda su parafernalia si en las fiestas y guateques se hubiera popularizado esta máquina automática de preparación de bebidas. Útil para torpes, pero sin gusto para quienes disfrutan de un buen cóctel.
Piscina de autolavado de coches
Sí, has leído bien: piscina. ¿Harto de lavar las ruedas de tu coche a manguerazos? Pues date una vuelta en esta piscina instalada en Chicago, allá por 1924. Antes de los rodillos automáticos y las máquinas de agua jabonosa, tocaba utilizar la propia fuerza centrífuga dando vueltas en un charco.
Gafas de televisión
Vale, esto sí es más interesante. No son unas gafas de Realidad Virtual, pero dan el pego. En la imagen se ve a su inventor, Hugo Gernsback, demostrando el funcionamiento de estas gafas de televisión inalámbricas y portátiles en 1963. Tiene sus antenitas, sus controles”¦ y lo más probable es que te deshiciera las retinas. Pero es un concepto que ha perdurado en el tiempo, aunque ahora enfocado a otra realidad.
Bicicleta acuática
¿Es una lancha motora? ¿Es un barco? ¿Es el Titanic? No. Es la bicicleta acuática de principios del siglo 20 con la que se competía en lagos. Un triciclo con unas ruedas curiosas que bien podrían ser de corcho y una gran hélice en la parte posterior. A buen seguro que no corrían muy rápido, pero a un servidor no le importaría darse una vuelta en una de ellas.
Copiadora manual
Parece una máquina de hacer churros. De hecho hacía copias como churros. Casi literalmente. Se trata de una copiadora manual de 1913. Claro que no escaneaba ni producía 30 impresiones por minuto, pero era todo un avance para la producción literaria en la época.
Patines motorizados
Vale, este invento nos ha enamorado. Un concepto que hoy en día podemos ver en los monopatines motorizados como el Boostedboard. Claro que en patines es mucho más curioso y más peligroso. Nótese que estos patines motorizados no son eléctricos, sino mecánicos, y el motor que les da vida ha de repostarse. Toda una genialidad de 1961.
Piernas protésicas
Aunque los últimos avances apuestan por miembros artificiales capaces, casi, de sentir y ofrecer total movilidad, los prototipos eran rudimentarios, toscos pero útiles. En esta imagen de la década de los 90, pero de 1890, es posible ver a una niña sin piernas pero totalmente erguida. Una suerte de corsé con piernas le permitía mantenerse de pie, aunque seguramente no fueran funcionales para dar más de unos cuantos pasos.
Secador de pelo
La imagen que ves es el primer secador de pelo. No es ninguna nave espacial alienígena. Qué mejor que sentarse ante cuatro tubos de aire para secar tu melena al viento generado por este aparato. La mujer de la instantánea al menos parece disfrutar de la experiencia. Eso sí, el aparato necesitaba su propia habitación. Este invento fue mostrado en la década de los 20. Hoy en día ya hacen secadores sin aspas.
Torre de teléfono
No queremos imaginarnos a alguna madre de Estocolmo limpiando la torre de teléfono que instalaron en la ciudad en 1890. “Me tienes todo esto lleno de cables” es una expresión habitual que se quedó corta tras la instalación de esta infraestructura. Y es que, con estética casi medieval aunque construido en hierro, recogía y conectaba más de 5.000 líneas de teléfono de la ciudad entre 1897 y 1913. Un lío de “padre y muy señor mío”.
Avión monorraíl
“Mono”, que es uno, y “rail”, que es cosa. Ni Homer Simpson podría describir lo que es este aparato. Un medio de transporte sobre un raíl que no se mueve con un motor eléctrico, sino con hélices. Un avión sin alas. Un tren sin ruedas. Un invento extraño pero de lo más interesante de 1929. Su nombre original es Bennie Railplane.
Bici ambulancia
Antes de la popularización de los motores o de los vehículos especializados, las camillas eran lo más recurridos para transportar enfermos. Hasta que un visionario decidió acoplar una camilla a una bicicleta. Y ya está: una bici ambulancia. Así de sencillo y de cómodo. Eso sí, siempre y cuando no hubiera baches por el camino. Y es que en esta foto del invento de 1940 se aprecia la falta de amortiguadores. Habría que ver también qué control tenía esta bici sobre la larga camilla que portaba delante, y cómo se comportaba en las curvas. Lo bueno es que una sola persona podía portar a un enfermo sin más ayuda.
Disco duro
Lo que ves en la imagen es el transporte de un disco duro de IBM. Corría el año 1956 y la compañía había fabricado este gigantesco armatoste con capacidad de almacenamiento de 5 MB. Exacto, tu calculadora o incluso el microondas tienen más memoria que ese cacharro. No es de extrañar que tuvieran que portarlo en avión. Cómo ha pasado el tiempo.
Queda claro, pues, que la historia reciente de la humanidad es ingenua a la par que alocada y ocurrente. Y es que algunos de estos inventos han conseguido perdurar y refinarse, e incluso crear verdaderas tendencias. Otros, por suerte, quedarán para artículos recopilatorios como antiguallas curiosas. Una idea que algún loco tuvo en su mente y se atrevió a desarrollar. Solo esperamos que fueran pocas las personas que sufrieran daños físicos con estos artilugios. Y es que, ante el planteamiento de muchos de ellos, nos quedan dudas de si de verdad la comodidad y la seguridad del usuario eran valores a tener en cuenta. Una época pasada que nos ha dejado unas cuantas glorias y curiosidades y que, con toda seguridad, inspirarán a nuevos inventores, ingenieros e ingeniosos a construir la tecnología del mañana, que está a la vuelta de la esquina.
Imágenes de Old Pics Archive
Buena. Y buenos los textos que colocas. Felicitaciones
Gracias por leernos, Pablo. 🙂