Ha sido una historia con final feliz. Finalmente Google ha decidido no cobrarle los 100.000 euros al niño de 12 años que contrató el servicio de Adwords pensando que realmente lo que firmaba era cobrar por publicidad. Es decir, mientras cerraron campañas de publicidad sin ningún tipo de límite diario, el joven creía que estaba actuando a la inversa, que iba a recibir esa suma por el contenido que generaba en su canal de música.
Desde Torrevieja para el resto del mundo. Así empezó su andadura Jose Javier en YouTube, cuya intención no era otra que convertirse en un youtuber famoso como los muchos que ve a lo largo del día. Así fue como su error terminó costándole cerca de 100.000 euros. Como decíamos al principio, creyó estar contratando publicidad para sus vídeos cuando lo que hacía era el servicio de Google Adwords por el que los sitios pagan a cambio de promoción.
Tras hacerse pública la noticia, Google no tardó mucho en dar una respuesta. Así fue como aseguran que han analizado el caso y reconocen que «no hemos recibido dinero por parte de este usuario», de hecho lo siguiente ha sido «cancelar el saldo pendiente de Adwords». Desde el gigante tecnológico aseguran que muchos de sus servicios online tienen restricciones de uso por edad. Pero han ido más allá y apuntan que «sabemos lo importante que es mantener el entorno de la familia seguro en Internet por eso los padres pueden encontrar información sobre cómo hacerlo en el Centro de Seguridad Familiar de Google«.
Los padres no conocían el error del hijo
La historia saltó por los aires cuando el banco avisó a los padres del niño que quería ser youtuber de movimientos extraños en su cuenta. Es decir, había cargos de Google Ireland por unas cantidades bastante grandes. Ahí fue como después de investigar vieron que la suma llegaría hasta los 100.000 euros, una cifra que no se podían permitir. De hecho, la madre del niño reconocía en El País que no sabían «en dónde se había metido» su hijo.
Curiosamente, después de haber estado varias semanas con su cuenta de YouTube el niño le había dicho a la madre que iba a ganar mucho dinero y que hasta podría comprar una mansión. Algo a lo que Inma Quesada apenas hizo caso, ya que es normal que los niños de esa edad fantaseen. De hecho, como aseguró ella, tanto él como el amigo que le ayudó pensaban que estaban contratando un servicio para ganar dinero por la publicación de publicidad en sus vídeos. Hasta habían hablado que iban a ir comprando instrumentos para la banda.
La cuenta que facilitó José Javier para la creación de Google Adwords fue la que sus padres le abrieron para ahorrar, y que en el futuro pudiese pagarse cosas como el carné de conducir. La madre se queja de que solo le pidieron una cuenta bancaria y un nombre para contratar el producto, no hubo ningún filtro para saber si era menor de edad. Así fue como en septiembre llegaron a los 19.700 euros de gasto, dejándola en negativo.
Inma Quesada está en paro y su marido es vendedor ambulante, además de a José Javier tienen dos hijos más. Lo curioso, es que aún se preguntan cómo ha conseguido generar esa cuantiosa factura de publicidad cuando el niño estuvo castigado un tiempo sin ordenador.
La historia ha quedado en nada, pero ahora José Javier es «el más famoso del instituto y su madre sale en la televisión». Por suerte, en esta ocasión Google ha decidido cancelar la deuda que tenía con ellos, con lo que no pasará nada. Pero sin duda es una muestra de los problemas existentes en Internet y la falta de control en lo que a menores se refiere.