Este sujetador inteligente podría convertirse en una herramienta perfecta para detectar a tiempo posibles problemas cardiovasculares. Se sincroniza con el smartphone a través de una aplicación donde quedan registrados todos los datos para que tanto el usuario como el médico puedan interpretarlos fácilmente.
Prevención de enfermedades cardiovasculares desde el sujetador
Un equipo de estudiantes del MIT (el Instituto Tecnológico de Massachusetts, en Estados Unidos) ha desarrollado un prototipo de «sujetador inteligente» basándose en sus conocimientos sobre ingeniería eléctrica. El objetivo principal es conseguir que este wearable inteligente detecte a tiempo problemas cardiovasculares, gracias a un registro en la aplicación móvil con datos muy fáciles de interpretar, tanto por parte del usuario como del médico.
Esta creación ha sido un gran éxito para el grupo Mujeres en Tecnología del MIT y los ha llevado a presentar el sujetador en conferencias internacionales.
La idea original surgió cuando Chong, una de las componentes del equipo, tomó conciencia de los preocupantes datos sobre enfermedades cardiovasculares en mujeres: en la actualidad afectan a una de cada tres mujeres en todo el mundo y están provocando un importante aumento en las tasas de mortalidad.
El sujetador inteligente del MIT podría convertirse en la solución para este problema: esta prenda de ropa está equipada con sensores corporales que pueden recopilar continuamente datos sobre la salud cardiovascular. El sujetador se sincroniza con el móvil a través de una aplicación específica, y en ella se almacena un registro detallado de todos los datos. Sería muy fácil, por tanto, obtener de un vistazo la información relacionada con posibles problemas, por lo que la mujer podría acudir al médico casi de inmediato ante cualquier signo de alarma.
Así es el sujetador inteligente que previene enfermedades del corazón
El equipo del MIT decidió crear la empresa Bloomer Tech para hacer realidad el proyecto más allá del prototipo. El sujetador cuenta con una serie de sensores corporales y un conjunto de circuitos electrónicos que son flexibles (para adaptarse al cuerpo de la mujer) y que además son resistentes al agua. La prenda, por tanto, se puede lavar perfectamente como cualquier otra.
Los sensores recopilan información sobre la temperatura corporal, la temperatura del pecho, la tensión arterial, los pulmones, la frecuencia cardiaca y otros datos del corazón mediante electrocardiogramas.
Toda la información queda registrada en la aplicación del smartphone y se puede consultar en cualquier momento para comprobar los resultados de las últimas mediciones o el historial.
La industria de la tecnología aplicada a las prendas de ropa inteligentes sigue avanzando imparable: en los Juegos Olímpicos hemos conocido unos bañadores que cambiaban de color en contacto con el agua, y recientemente se han dado a conocer también unos tatuajes temporales inteligentes con los que se puede controlar el smartphone directamente desde la superficie de la piel.
Me encanta los nuevos gadgets para meterte miedo en el cuerpo y que vayas corriendo a una clínica privada a gastarte el dinero en algo que no tienes.