Curar el cuerpo con la electricidad. Así dicho puede sonar a terapia milagrosa de hace un par de siglos, pero GlaxoSmithKline, la mayor farmacéutica británica y Google invertirán unos 640 millones de euros para crear una compañía que tenga como objetivo tratar enfermedades mediante impulsos electrónicos en el cuerpo. Ambos gigantes han llamado a estos innovadores tratamientos como Bioelectronica. Mientras que GlaxoSmithKline controlará el 55 por ciento de la nueva compañía, que llevará por nombre Galvini Bioelectronics, la filial científica de Alphabet, la antigua Google Verily Life Sciences, tendrá el 45 por ciento restante.
Verily Life Sciences, conocida como la unidad de ciencias de la vida de Google hasta hace un año, y la mayor farmacéutica de Gran Bretaña darán vida a Galvani Bioelectronics, una nueva compañía con la que se pretende encontrar tratamientos para enfermedades crónicas como la artritis o el asma. La sede central de esta nueva empresa estará ubicada en el norte de Londres, aunque habrá un segundo centro de desarrollo en San Francisco.
Galvani trabajará para desarrollar dispositivos implantables de tamaño pequeño que cambiarían las señales eléctricas nerviosas para modular los impulsos. La farmacéutica británica GSK espera que entre las enfermedades crónicas a las que esta nueva tecnología pudiera encontrar tratamientos se encuentren algunas como la diabetes, la artritis o el asma.
Se trata de la segunda apuesta de la farmacéutica en el Reino Unido desde que el pasado 23 de junio el Brexit triunfara en el país. Y es que, hace solo una semana GSK anunció una inversión de 275 millones de libras en ampliar sus centros de producción en el país británico por creer que sigue siendo una buena localización incluso después de la salida de la Unión Europea.
Por su parte, esta unión con GSK no es un nuevo movimiento de Google en el terreno de la medicina. El buscador ya realizó un acuerdo el pasado 2014 con Novartis para desarrollar unas lentillas inteligentes. De momento no se conoce nada nuevo al respecto, pero estas lentes serían capaces de analizar el nivel de azúcar a través de la lágrima del usuario, algo muy positivo para las personas que sufren diabetes. De este modo, se conseguiría un sistema mucho más preciso y rápido que lo que se emplea en la actualidad: analizar las gotas de sangre.
Además, estas lentillas estarían capacitadas para medir el nivel de glucosa cada segundo. Los datos se guardarían en un chip previamente insertado en la lentilla, sincronizándose automáticamente con cualquier dispositivo electrónico. Asimismo, se podrían mandar todos los datos recogidos a lo largo del día al dispositivo para realizar un análisis más completo. Por ejemplo, una aplicación podría encargarse de avisar al usuario si el nivel de azúcar subiera más de lo normal.
Google también alcanzó acuerdos con la francesa Sanofi en agosto de 2015. Sanofi es una de las empresas más importantes del mundo a la hora de desarrollar tratamientos para la diabetes. Es por ello que el gigante de Internet, a través de su división de salud, está trabajando en pequeños dispositivos conectados a la red para reunir datos sobre la enfermedad, además de programas para el desarrollo de tratamientos más novedosos.