Microsoft ha puesto en marcha Florence, un curioso proyecto con el que han creado una máquina para poder «hablar con las plantas». Lógicamente, no se trata de mantener una conversación por voz con ella, sino en enviar mensajes mediante códigos de luz, traducidos directamente para que la planta y la persona puedan «entenderse».
El Proyecto Florence es una creación de Helene Steiner, artista residente en la división de investigación de Microsoft (Microsoft Research). Steiner se propuso desarrollar un proyecto que permitiera combinar el mundo natural con el mundo digital para mejorar las posibilidades de comunicación entre ambos. El resultado es una curiosa máquina capaz de facilitar la comunicación entre personas y plantas, aprovechando precisamente los mecanismos que tienen las plantas para transmitir señales electroquímicas.
Un peculiar modo de comunicación
Las plantas son capaces de sintetizar grandes cantidades de información gracias a señales electroquímicas, y a través de ellas consiguen también realizar cambios sobre sí mismas, sobre su entorno y sobre otras plantas. En concreto, las señales se forman gracias a la intervención de flujos de iones como K+, Ca2+, H+, Na+ y Cl.
Estos flujos de iones actúan como estímulos que alertan a la planta sobre numerosos factores y que ahora la máquina desarrollada por Helene Steiner es capaz de interpretar para formular frases que las personas pueden entender. Así, si una persona quiere saber si la planta necesita agua, la máquina puede analizar las señales electroquímicas y contestar, por ejemplo, con el mensaje «Dame de beber». Lógicamente, también sería posible detectar otros problemas como la falta de algún nutriente o la necesidad de reorientar la planta para que reciba más o menos luz solar.
En cierto modo, por tanto, estamos ante un proceso de traducción del mensaje que ayuda a establecer una comunicación entre plantas y personas a pesar de utilizar señales distintas.
La máquina desarrollada para el Proyecto Florence mide las respuestas electroquímicas de la planta utilizando electrodos específicos y un sistema de interpretación de señales eléctricas para transformarlas a frases sencillas y fáciles de entender para las personas.
Para establecer contacto con la planta, la persona solo tiene que formular las frases que quiere transmitir, y el sistema analiza los contenidos del mensaje para convertirlos en señales químicas y eléctricas para la planta. Durante todo el proceso, la máquina analiza en tiempo real los cambios en la propia planta y los utiliza para interpretar sus necesidades y emitir una respuesta acorde con lo que la persona ha preguntado.
Desde el equipo que ha creado la idea se muestran entusiastas porque aseguran que este mecanismo podría abrir la puerta a nuevos modos de comunicación directa con el entorno natural. Esto permitiría, por ejemplo, poner en marcha un sistema de agricultura mucho más eficiente, siempre basado en lo que las plantas necesitan en cada momento.
Aunque el Proyecto Florence sigue en fase de investigación dentro de Microsoft, en el mercado es posible encontrar otras creaciones y distintos dispositivos que nos facilitan un poco el cuidado de nuestras plantas. Hace poco te hablamos, por ejemplo, de la maceta inteligente Parrot Pot.