Elecciones

Andrés Sepúlveda es el hacker colombiano detrás de la manipulación de numerosas elecciones presidenciales en paí­ses como Costa Rica, Colombia, Venezuela, Nicaragua, Guatemala, El Salvador, Panamá, México y Honduras. Recibió importantes sumas de dinero por este tipo de trabajo durante años. Ahora, con 31 años, ha empezado a hacer declaraciones públicas sobre sus misiones.

Manipulación y hackeo como una herramienta más de campaña electoral

Durante ocho años, el colombiano Andrés Sepúlveda recorrió Sudamérica y México manipulando elecciones a distintos niveles. Su trabajo más difí­cil fue el de servir a Peña Nieto en México, para las elecciones del año 2012: tuvo que dirigir a un equipo de hackers para robar estrategias de campaña de los oponentes, utilizar redes sociales para amañar las tendencias e influir en la toma de decisiones de la población, e incluso instalar tecnologí­a de espionaje en las oficinas de trabajo de los oponentes.

Pero sus primeros trabajos no tuvieron tanta envergadura. Cuando comenzó a realizar este tipo de tareas, en el año 2005, se encargó de hackear a menor escala, por ejemplo atacando determinados sitios web accediendo a las bases de datos de la oposición para obtener información sobre los inversores de su campaña.

En poco tiempo, sin embargo, adquirió más experiencia y empezó a ponerse al frente de auténticos equipos de hackeo capaces de clonar páginas web, hacer enví­os masivos de publicidad de campaña por email y por SMS… Su paquete de servicios más caro (unos 20 000 dólares al año) incluí­a todo tipo de acciones de espionaje y descifrado de material e información digital de los otros candidatos.

Para Sepúlveda, estas técnicas son solo una herramienta más al servicio de la campaña electoral. Tras haberse criado viendo con sus propios ojos el terror de las guerrillas colombianas y siendo testigo de los numerosos casos de crimen y corrupción en numerosos gobiernos latinoamericanos, el hacker considera que su trabajo no es en absoluto peor o más reprochable que el llevado a cabo por el sector polí­tico en América Latina.

Cómo funcionaba el proceso de manipulación

Hacker

Andrés Sepúlveda ha declarado que la mayorí­a de sus trabajos empezaban con un contacto en persona con su principal cliente: Juan José Rendón, un asesor polí­tico instalado en Miami. Rendón le entregaba un papel con las listas de nombres, teléfonos y direcciones de email, y Sepúlveda introducí­a todos los datos en un archivo encriptado antes de destruir el documento con el encargo.

Durante los viajes, el hacker realizaba todos sus pagos en efectivo, utilizaba un pasaporte falso y se alojaba solo en hoteles lejos del personal de campaña. Además, no permití­a que nadie introdujera un smartphone o una cámara en su habitación.

Por supuesto, toda la comunicación con Rendón se realizaba con aparatos cifrados que se reponí­an cada dos meses, y utilizaban un lenguaje en clave en sus comunicaciones por escrito: por ejemplo, «escuchar música» significaba llevar a cabo escuchas telefónicas.

Una vez publicados los resultados oficiales de las elecciones, Sepúlveda llevaba a cabo un estricto proceso de destrucción de pruebas, que estaban clasificadas por códigos de colores según su importancia. Todos los documentos impresos se trituraban y quemaban (o se arrojaban al inodoro), y los equipos electrónicos (ordenadores, móviles y discos duros) se formateaban y se destruí­an.

Para la mayorí­a de los trabajos, Sepúlveda se apoyaba en un equipo de entre 7 y 15 hackers de toda América Latina que se instalaban temporalmente en pisos y casas de alquiler en Bogotá.

También recibió ofertas para trabajar en España

Sepúlveda ha declarado que en más de una ocasión recibió ofertas para realizar sus servicios de hackeo y manipulación en España, pero afirma haberlas rechazado siempre por falta de tiempo. Y está convencido de que la actual campaña electoral de Estados Unidos está siendo manipulada por algún otro equipo que utiliza técnicas similares a las suyas.

Estos son algunos de los encargos en los que el hacker afirma haber participado activamente:

  • En México trabajó como hacker de apoyo a la campaña de Peña Nieto durante tres años.
  • Apoyó la elección de ílvaro Uribe como presidente de Colombia en el año 2006. Además, participó en la manipulación de elecciones al Congreso en 2006 y trabajó ”“sin éxito”“ para lograr la elección de Óscar Iván Zuluaga como presidente.
  • En Venezuela, trabajó contra Chávez y Maduro en 2012 y en 2013.
  • En Nicaragua, se posicionó en contra de Daniel Ortega en 2011.
  • Apoyó la candidatura de Porfirio Lobo Sosa, que fue elegido presidente de Honduras en 2009.
  • Apoyó también (aunque sin éxito) la candidatura de Johnny Araya a presidente de Costa Rica en las elecciones de 2014.
  • En Panamá, trabajó para la candidatura de Juan Carlos Navarro a las elecciones presidenciales de 2014.

Actualmente, Andrés Sepúlveda cumple una condena de 10 años por numerosos cargos que incluyen el uso de malware, conspiración, ataques a datos personales, espionaje y otros crí­menes contra la privacidad.

Aunque hace meses los medios colombianos sugirieron que Rendón podrí­a estar detrás de la candidatura de Donald Trump en Estados Unidos, el asesor asegura haber rechazado la oferta porque no está de acuerdo con Trump. Además, siempre ha negado haber trabajado con Sepúlveda y asegura que jamás le ha pagado por realizar ningún tipo de encargo.

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