Está claro que lo peor de los teléfonos inteligentes es lo poco que duran sus baterías. Seguramente por eso, a la hora de comprar un nuevo móvil, lo primero que miran los usuarios no es si cuenta con una cámara de 20 o 12 megapíxeles. Ni tan siquiera se fijan demasiado en el tamaño de la pantalla. Lo más importante, para un nada despreciable 89% de los usuarios, es la capacidad de la batería y la cantidad de horas de uso que puede proporcionarles. Pues bien, si eres uno de esos propietarios de smartphone que siempre anda con el cargador y con dos o tres baterías de repuesto a cuestas, hoy tenemos una buena noticia que darte. Queremos hablarte de una batería que podría cambiar nuestras vidas: la batería de litio y oxígeno, probada ya en otro sector en ebullición: el de los automóviles. Sea como sea, parece que con este invento, la autonomía de los teléfonos actuales podría hasta multiplicarse por cinco. ¿No sería estupendo?
Lamentablemente, para probarlas tendremos que esperar un poco. Y es que existe un pequeño inconveniente. Al parecer, el oxígeno litio es (por ahora) termodinámicamente inestable. Esto significa que no nos encontramos ante un sistema del todo seguro, mucho menos cuando hablamos de un dispositivo que usamos con la mano y que casi siempre tenemos pegado a nuestro cuerpo.
Por suerte, hace muy poco, el Departamento de Energía del Argonne National Laboratory (Estados Unidos) ha hecho un descubrimiento muy importante: ha encontrado la manera de producir superóxido de litio cristalizado (LiO2) para usar en lugar del peróxido de litio mientras la batería está descargada. El proceso repercute en un ciclo energético mucho más largo. Pero hay un factor añadido, que hace que el sistema sea mucho más seguro. Y es que no necesita oxígeno extra del exterior para bombearlo dentro. De este modo, además, el sistema resulta bastante más económico.
El descubrimiento es alentador, pero lo cierto es que todavía es muy pronto para aplicarlo al producto final que los usuarios se llevan al bolsillo. Será necesario, pues, un tiempo adicional de investigación y desarrollo para dar con la solución definitiva. Una solución que nos permitirá disfrutar de nuestros smartphones a un nuevo nivel.
Larry Curtiss, científico de Argonne, ha indicado: «Realmente, el descubrimiento abre un camino para el desarrollo de un nuevo tipo de batería. Sin embargo, será necesaria mucha más investigación para conseguir una batería con el ciclo de vida que estamos buscando«.
Por ahora, los usuarios tendrán que conformarse con teléfonos móviles bien equipados en el campo de la batería. De un tiempo a esta parte, hemos visto equipos con grandes baterías, como por ejemplo el Huawei Ascend Mate 7 (4.100 miliamperios y hasta dos jornadas de autonomía normal), el Asus ZenFone Max (5.000 miliamperios y dos o tres días cuerda) o el Samsung Galaxy Note 4 (3.200 miliamperios y capacidad para resistir dos jornadas).
¿Cómo lo haces tú? ¿Has comprado un o eres de los que siempre llevan a cuestas mil inventos para resistir toda la jornada a tope?