En vista de que hoy en día no existen tecnologías suficientes para aumentar las capacidades de las baterías de litio de los teléfonos inteligentes sin sacrificar el tamaño del terminal, los fabricantes parecen haber aceptado la idea de que la solución al problema de la batería en los móviles pasa por la carga rápida. Huawei, la compañía responsable de lanzamientos recientes como el del Huawei Mate S o el del Huawei P8, ha mostrado una batería de 3.000 mAh de capacidad capaz de cargarse prácticamente a la mitad en cinco minutos. De esta forma, esta batería de Huawei podría ofrecernos una autonomía de diez horas de llamadas con cinco minutos de carga.
Tal y como ha publicado Huawei en su comunidad oficial, la compañía asiática ha sido capaz de desarrollar una nueva tecnología de carga rápida que ofrece una velocidad de carga hasta diez veces superior a la que presentan las baterías de litio convencionales. Esta tecnología ha sido probada en dos tipos de baterías diferentes: por un lado, en una batería de 3.000 mAh, consiguiendo una carga del 48% en cinco minutos, y por otro lado en una batería de 600 mAh de capacidad (una batería que podría estar incorporada en los accesorios de muñeca tales como, por ejemplo, el Huawei Watch), consiguiendo una carga del 68% en dos minutos.
Para que nos hagamos una idea de la importancia de este descubrimiento, hasta ahora Qualcomm (la compañía que acapara la mayor parte del protagonismo de las tecnologías de carga rápida, estando presente en los móviles de compañías como Samsung o LG) presumía de haber presentado la tecnología de Quick Charge 3.0, la cual permite cargar el 70% de la batería de un teléfono inteligente en 29 minutos. Huawei, tal y como muestra en su vídeo oficial, es capaz de cargar la mitad de una batería de 3.000 mAh en cinco minutos.
Lo interesante de este descubrimiento, más allá de lo sorprendente de las cifras de carga, reside en que la demostración de Huawei ha sido llevada a cabo en una batería que cabe perfectamente en un teléfono inteligente de la compañía, lo que nos revela lo cerca que parece estar esta tecnología de convertirse en realidad. Para dar vida a estos tiempos de carga, Huawei ha desarrollado un cargador que combina el uso de átomos del no-carbón (tales como nitrógeno, oxígeno y yodo) con el grafito en el ánodo, lo que da vida a unos tiempos de carga inferiores sin sacrificar por ello la autonomía de la batería.
Huawei no se atreve a pronosticar el tiempo que tendrá que pasar hasta que esta tecnología llegue al usuario final, aunque en su comunicado asegura -con cierta chispa… nunca mejor dicho- que «pronto podremos cargar completamente nuestras baterías en el tiempo que tardamos en ir a por un café«.