Un funcionario de La Casa Blanca ha confirmado a EFE que el Gobierno de los Estados Unidos ha pedido ayuda a China para bloquear los ataques informáticos que Corea del Norte está realizando a Sony Pictures. Esta petición pone al país asiático en una posición muy difícil ya que, a pesar de que ambos estados colaboran en temas de ciberseguridad y terrorismo, Pekín y Pyongyang son aliados.
«Hemos discutido este asunto con China para compartir información, expresar nuestra preocupación por este ataque y pedir su cooperación«, ha señalado el funcionario, que ha pedido mantener el anonimato por la sensibilidad que requiere la situación. Según el medio The Washington Post, empleados del Gobierno estadounidense pidieron a la embajada china en Washington en un encuentro el jueves que bloquearan a Corea del Norte el acceso a los direccionadores de Internet y servidores con sede en China.
El objetivo de todo esto era bloquear el acceso de los hackers norcoreanos residentes en China y presionar al régimen de Kim Jong-Un para acabar la ofensiva cibernética contra Sony Pictures. Y es que la mayoría del tráfico de telecomunicaciones de Corea del Norte pasa por este país.
Como ya sabréis a estas alturas, la razón por la que se estarían filtrando datos privados de la productora tiene que ver con The Interview, un film protagonizada por James Franco y Seth Rogen en el que ambos son reclutados por la CIA para formar parte de un complot y asesinar a Kim Jong-un, el dictador de Corea del Norte. Al parecer, a Sony Pictures se le habría ido de las manos la ridiculización del líder norcoreano, ya que la película está rodada en tono humorístico.
Hace unos días, las salas de cine estadounidenses decidieron no estrenar la película por miedo a que los hackers atacaran también sus compañías. A pesar de ello, Obama calificó de error esta reacción y pidió a la gente que fuera al cine, al margen de lo que estaba pasando. De todas formas, Corea del Norte ha rechazado cualquier implicación en el asunto y ha propuesto a Estados Unidos una investigación conjunta. En el caso de que el estado americano decidiera no aceptar la proposición, ha advertido que habrá «graves consecuencias». Mientras tanto, Washington mantiene sus acusaciones y Obama ha declarado que habrá «una respuesta proporcionada».
Hemos de reconocer que la situación está alcanzando unas dimensiones exageradas. Los hackers no sólo han filtrado los próximos estrenos de cine de la multinacional, si no también mensajes de correo privados, información de los pasaportes del elenco, así como los sueldos de varios actores o los nombres en clave que suelen utilizar los artistas para alojarse en hoteles. De hecho, hace unos días veíamos filtrado el diseño del Sony Xperia Z4 en un e-mail de George Leon, vicepresidente ejecutivo de Marketing de la productora, a Michael Lynton, el CEO de la multinacional.
A estas alturas yo dudaría incluso de la misma NSA. Para desprestigiar al régimen de Corea del Norte.