Uno de los únicos inconvenientes que presentan las compras por Internet son los tiempos de espera. Y es que cuando adquirimos un producto online, los envíos todavía suelen tardar más de lo que nos gustaría. El caso es que en las últimas horas, hemos sabido que Amazon pretende hacer más corta la espera de los compradores más impacientes. La tienda más grande de Internet acaba de registrar una patente por la que se anticiparía al envío de productos teniendo en cuenta el perfil de cada usuario. Lo que haría Amazon es enviar los productos a un centro de distribución cercano al domicilio de los futuros compradores, de modo que en el momento de ordenar la compra, el paquete tardaría bastante menos que siguiendo el protocolo de envíos tradicional. Parece que Amazon basaría este anticipo en el análisis de los pedidos anteriores, en el tiempo que cada usuario permanece con el cursor sobre un producto y en algo más evidente: las denominadas «listas de deseos».
El flujo de trabajo sería bastante complejo. Parece ser que lo primero que haría Amazon es analizar qué tipo de productos podrían adquirir los clientes dependiendo de la zona geográfica en la que se encuentran. La compañía tiene la intención de empaquetar los productos y mandarlos con una dirección incompleta (código postal, calle, etcétera) antes de que se produzca el pedido. Nada más recibir la orden del envío (gestionada por el propio usuario desde su casa), el transportista subcontratado añadiría los datos restantes y realizaría la entrega. Con esta patente, Amazon espera reducir los tiempos de entrega y consolidar el medio online como una opción incluso más rápida y cómoda de lo que sería la compra tradicional, a través de tiendas físicas. De hecho, Amazon es consciente de que uno de los principales inconvenientes de las compras online está en el retraso de los pedidos.
La compañía ha estado trabajando de manera intensa en la reducción de los plazos de entrega y en la ampliación de sus almacenes. ¿Su objetivo? Comenzar las entregas durante la misma noche del pedido para que el tiempo entre la orden y la recepción del paquete en los hogares quede reducido a la mínima expresión.
Es cierto que por ahora no parece claro que Amazon vaya a aplicar este sistema a corto plazo. De hecho, los portavoces de la compañía han declinado hacer cualquier comentario al respecto. Sin embargo, se piensa que Amazon podría conseguir beneficios importantes a la hora de enviar artículos de éxito, como por ejemplo libros muy leídos (por ejemplo, grandes best sellers o sagas literarias) o dispositivos electrónicos muy esperados para un sector importante de sus clientes potenciales. Aun así, la firma es consciente de que los algoritmos podrían fallar en ciertas ocasiones y que esto podría generar costos importantes por cada devolución. Para reducir al mínimo estos costos, Amazon podría tomar otras decisiones sorprendentes como aplicar descuentos sobre cada envío o incluso convertir cada entrega no deseada en un regalo promocional.