Es, sin duda y por el momento, el más grande del mundo. El fabricante surcoreano debe pensar que no hay nadie con quien competir en el mercado más que con él mismo, y en un alarde de autosuperación, ha presentado hoy lunes un televisor de 110 pulgadas que deja pequeño su anterior modelo comercial más grande de 85 pulgadas (igualmente en IFA presentaron uno de 98″), tal y como prometió en el pasado CES 2013 y según cuenta la web Engadget. Hace sólo 11 días LG presentó un televisor sólo cinco pulgadas más pequeño, por lo que el reinado del tamaño le ha durado bien poco. Claro que la propuesta de LG era de pantalla curva y Samsung no tardará mucho en presentar al mercado su propia pantalla curva de 105 pulgadas.
De momento no hay ni una sola palabra sobre el precio, pero está claro que barato no será. El modelo de 85 pulgadas, con el que se empezó a hablar de televisores del tamaño de camas (la cama es ahora la unidad de comparación inmediatamente inferior al campo de fútbol), costaba sólo 40.000 dólares, y se promocionaba en portales webs tan prestigiosos y populares como Mega Ricos, donde se demuestra que cuando uno tiene pasta puede permitirse el lujo de ser hortera si le da la real gana, no como los pobres, que lo son porque no tienen más remedio.
Pero, ¿qué más se sabe de este televisor UHD de 110 pulgadas?, pues poco, la verdad, muy poco, salvo que es más grande que una cama de tamaño extra grande. O lo que es lo mismo, 2,6 x 1,8 metros. A pesar de estas comparaciones, no es un televisor apto para dormir sobre él, a pesar de la programación más recalcitrante de los canales de pago. Los que a pesar de no conocer el precio sepan de sobra que podrán permitírselo, ya pueden empezar a hacer sus encargos a Samsung.
La obsesión por el tamaño siempre ha estado presente en el ser humano (más en el hombre que en el ser humano). Ahora que las capacidades de resolución de las pantallas (4 K) está llegando a niveles de realismo muy por encima de la propia realidad, parece que sólo queda hacer televisores más y más grandes. Para que la realidad, además, te envuelva como una cálida mantita. Claro que para darse un buen baño de realidad no hay nada como apagar la tele y salir a la calle, y si se quiere más realidad, pagar un exclusivo viaje a destinos tan exóticos como Taykistán, Burundi, Angola, Sierra Leona, Surinam, Liberia, Chad, Gaza, Siria, Afganistán o, si no se quiere ir tan lejos, al barrio de San Cristóbal en Madrid, al del Almanjáyar en Granada, las 3.000 viviendas de Sevilla o el de Azaña, en Tenerife, por citar sólo algunos y que nadie se agobie.
Dejando aparte estos desagradables temas, lo interesante es destacar que hay un televisor más grande que una cama extra grande, que se ha presentado hoy, franqueado por dos bellas señoritas vestidas de azul, y que en el próximo CES 2014, tan cercano como el mes de enero, pondrá en pie de guerra a los fabricantes para ofrecer paneles tan grandes como dos camas extra grandes, que habrá que transportar en uno de esos camiones que llevan las aspas de los molinos eólicos, y para los que es necesario primero colocar el televisor y, luego, construir la casa alrededor.
