Tras varios meses de espera, la FAA (Administración Federal de Aviación) aprobó por fin, el jueves de la semana pasada, la normativa que permite a los pasajeros llevar sus aparatos electrónicos encendidos, eso si, en modo vuelo, también durante el despegue y el aterrizaje del avión. Esto quiere decir que en breve, en los vuelos en Estados Unidos ya no habrá que apagar los tablets, smartphones, reproductores MP3 o lectores de libros electrónicos cuando se estén llevando a cabo las maniobras de despegue y aterrizaje del aparato. Un alivio para los viajeros de dicho país, que ya no tendrán que usar libros o revistas impresas para entretenerse mientras el piloto no indique que ya pueden encender sus ordenadores o móviles. En otros continentes y países esperaban también con expectación el levantamiento de esta prohibición en EEUU, puesto que esto puede llevar a que los organismos encargados de regulaciones similares en otros países decidiesen también permitir dispositivos encendidos durante todas las fases de un vuelo. Y esto es justo lo que parece que está a punto de suceder en Europa.
Según el periódico británico The Guardian, la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA), el organismo encargado de velar por la seguridad en los vuelos en toda Europa, está estudiando las recomendaciones emitidas por la FAA en torno a la autorización de dispositivos electrónicos en todas las fases del vuelo, con el objetivo de autorizarlos también en todo el continente. Esta entidad pedirá su opinión a los organismos de cada país europeo encargados de la seguridad en los aviones antes de tomar una decisión, que se espera que vea la luz muy pronto. Probablemente, estará lista en un periodo que ronde los dos o tres meses.
Pero la autorización, cuando llegue, no será general, sino que dependerá de cada compañía aérea. Cada aerolínea que quiera permitir el uso de smartphones y otros aparatos todo el vuelo tendrá que hacer un estudio de seguridad específico, y presentarlo ante la autoridad nacional correspondiente, tal como ha hecho Delta Airlines en Estados Unidos con la FAA. Las compañías interesadas no deberían tardar mucho en elaborar los estudios que necesitan, puesto que cuentan con sistemas y métodos específicos para probar la seguridad de los dispositivos a autorizar. Muchas puede que ya lo tengan listo, porque ya lo hayan probado hace tiempo, lo que redundaría en la rapidez en su aplicación.
Tras la aprobación de la norma el pasado día 31 en Estados Unidos, cada compañía que opere en el país debe decidir si aplicarlo o no y, en caso afirmativo, cuando empieza a permitir el uso de dispositivo en aterrizaje y despegue. Por tanto, la aplicación de la nueva normativa puede variar en función de la aerolínea. No obstante, ya hay movimiento al respecto. Algunas incluso han anunciado la puesta en marcha de la norma de forma inmediata, como la ya mencionada Delta Airlines, que comenzó a a aplicarla al día siguiente de su aprobación, el viernes día 1 de noviembre.