Twitter se ha convertido, en muy poco tiempo, en un medio de comunicación de masas. Y, tanto es así, que cada vez es más imprescindible pensar bien lo que se hace en dicha red, pues las consecuencias de dichas acciones pueden no ser tan gratuitas como pudiera parecer. Alan Davies, un popular cómico británico lo ha aprendido en primera persona, ya que tendrá que pagar una multa de 15.000 libras por retuitear un mensaje de otro usuario. El polémico mensaje ponía el nombre de Alistair McAlpine, empresario y político, que colaboró como asesor con el gobierno de Margaret Tatcher, en el centro de una acusación de abuso de menores. La sanción de 15.000 libras (algo más de 17.500 euros) es fruto de un acuerdo alcanzado entre los dos implicados, McAlpine y Davies, y que también incluye la obligación del humorista de disculparse públicamente ante el político, y de informar de los riesgos de las acciones llevadas a cabo en Twitter.
«From my own experience, I am able to warn others of the dangers of retweeting» (Desde mi propia experiencia, puedo prevenir a otros sobre los riesgos de retuitear), es una de las frases pronunciadas por Davies que, también a través de Twitter, publicó a finales de octubre el mensaje «Have today apologised sincerely to Lord McAlpine in court ”“ hope others have learned tweeting can inflict real harm on people”™s lives» o traducido «Hoy me he disculpado sinceramente con Lord McAlpine en el tribunal – espero que otros aprendido que tuitear puede producir daños reales en la vida de las personas». Con esto se cierra una demanda por la que, según algunos medios de comunicación de la isla, el político y empresario pedía 200.000 libras esterlinas en concepto de daños y perjucios. Sus abogados, además, han indicado que Davies en ningún momento era consciente del daño que podía efectuar su acción, mientras que los letrados de la acusación afirman que se trata del ejemplo perfecto de una difamación imprudente y que las consecuencias de ese retuit todavía se hacen notar (señalan que todavía hay personas que creen en la culpabilidad de McAlpine por culpa del retweet). Según ellos, la el entorno personal del político también se ha visto afectado, y la inconsciente acción del cómico fue elemento desencadenante para que miles de trolls se lanzaran al ataque.
Todo empezó cuando saltó a la luz un caso de abuso de menores en un centro de acogida de niños en Gales. En un reportaje emitido por la BBC, un menor,Steve Messham, afirmó haber sufrido abusos por parte de un político de alto nivel. Poco después Alan Davies publicaba en su perfil de Twitter un mensaje preguntando si había alguna pista sobre quién era el político pedófilo mencionado en el reportaje. Un usuario respondió a su tweet con un mensaje con el nombre de McAlpine y el humorista lo retuiteo a sus más de 450.000 seguidores en aquel momento. Es dicho retweet, sumado (claro) al alto impacto del mismo, por ser Davies una figura pública, lo que ha provocado la sanción de 15.000 libras por el retweet, altísima cuantía de la indemnización. No obstante, el político afirmó, en su momento, que su intención era demandar a todos los usuarios de Twitter que hubieran retuiteado el mensaje.
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