Uno de los problemas más comunes entre los usuarios de iOS 6, tanto en las últimas versiones de iPhone y iPad como en las anteriores, es la pérdida del ajuste automático de brillo. En condiciones normales, la pantalla ajusta la cantidad de luz emitida a las condiciones de luz ambientales. A más luz ambiente, más brillo se emplea para asegurar que la pantalla es visible. Cuando la luz es baja, por el contrario, la luminosidad de la pantalla se reduce para no gastar más batería de la estrictamente necesaria.
Uno de los problemas conocidos de iOS 6 es que algunos usuarios han perdido esta posibilidad y, aunque la función esté activada, el brillo permanece fijo. De modo que en condiciones de luz elevada puede que la pantalla no se vea bien, mientras que en la oscuridad se consumirá más energía de la necesaria para mantener un brillo alto.
El problema tiene que ver con la pérdida de la calibración del sensor que determina la luz ambiente. Éste se queda fijo y, por tanto, el smartphone no reacciona a los cambios en las condiciones de luz ambiental. Para devolver a la normalidad al iPhone, hay que forzar a que se recalibre el citado sensor.
Para ello, abre en primer lugar la aplicación de Ajustes. Localiza la entrada Brillo y fondo de pantalla y entra en ella. Verás algo semejante a esto:
Lo primero que tienes que hacer es ir a una habitación tan oscura como puedas. Apaga la luz y baja las persianas si es necesario. Una vez que estés en condiciones de oscuridad, desactiva la función de Brillo automático pulsando sobre ella y reduce manualmente el brillo al mínimo (o al nivel más bajo que consideres usable, en función de lo oscura que esté la habitación) usando para ello el deslizador:
Finalmente, enciende la luz de la habitación, o dirígete a otro que tenga más luminosidad y vuelve a activar el Brillo automático. Verás que el deslizador se mueve solo, hasta alcanzar un nivel de brillo aceptable para las condiciones ambientales.
Haz un par de pruebas más cambiando de un lugar a otro o modificando la iluminación de la habitación y comprueba que el iPhone reacciona adecuadamente. Si el brillo no se ajusta de forma automática o no lo hace de manera que la pantalla se vea bien en cualquier iluminación, repite el proceso desde el principio, ya que es posible que no se haya calibrado de forma correcta.
Una vez que hayas realizado la calibración, no deberías tener más problemas con el ajuste de brillo automático. Sin embargo, ahora que tienes localizado este ajuste, te puede resultar de utilidad desactivar el ajuste automatizado y establecer un nivel de brillo bajo cuando estés corto de batería o cuando sepas que tienes un día muy largo por delante y te interesa conservar batería desde primera hora de la mañana. En el caso de que necesites usar el móvil a plena luz, siempre puedes ajustarlo a mano momentáneamente y volver después al nivel que hayas elegido para maximizar la duración de la batería.