Hemos probado el Samsung Galaxy Note 2

¿Una tableta o un smartphone? Una combinación que ofrece lo mejor de ambos dispositivos. El Galaxy Note 2 es una especie única en sí­ mismo. Un terminal de gran pantalla para aquellos que quieran sacar el máximo partido a sus fotos, ví­deos y aplicaciones, pero sin renunciar a las prestaciones de un teléfono móvil. Un todo en uno de lo más completo y mimado hasta el mí­nimo detalle. Te contamos a continuación nuestras impresiones tras un mano  a mano con este terminal.

Lo primero que hemos notado, nada más sacarlo de su caja, es su consistencia. Su carcasa metálica y su peso ayudan a darle un aspecto muy resistente y cierta sensación de robustez. Todo ello sin que hayamos sentido cansancio en la mano, muñeca o brazo. No sabemos en qué parte de la naturaleza se han inspirado concretamente para diseñar las lí­neas de este terminal, pero sí­ se puede afirmar que es un aparato muy estilizado y capaz de desviar más de una mirada si lo mostramos en público.

Desde luego, lo más destacable al inicio de nuestro primer contacto con el Galaxy Note 2 ha sido su pantalla. Y no sólo por sus 5,5 pulgadas de tamaño, sino por su nitidez. La tecnologí­a Super Amoled muestra colores muy vivos y un brillo que ayuda a no perder la visión de los contenidos incluso cuando el sol pega de lleno en la pantalla. Todo ello en alta definición, evitando los dientes de sierra en iconos y widgets, pudiendo ver perfectamente sus contornos. Sin duda, uno de los puntos fuertes de este terminal. Y es que, se presta a ser el lienzo perfecto para la caracterí­stica que nos ha parecido más importante de este dispositivo, su lápiz táctil, más conocido como S Pen.

El Galaxy Note 2 puede parecer un terminal similar a lo visto en el mercado, sobresaliendo por su pantalla y caracterí­sticas técnicas, pero es el S Pen lo que de verdad lo diferencia. En el momento en el que lo extraemos de la esquina inferior derecha tenemos la sensación de que el terminal se transforma en una completa herramienta de trabajo. Tomar notas, editar imágenes, crear presentaciones, capturar instantes”¦ son sólo algunas de las cosas que se nos ofrece al tomar el control del lápiz táctil. Algo en lo que ayuda una nueva pantalla que aparece en el escritorio con sólo extraer el S Pen de su cubí­culo, evitándonos perder el tiempo buscando la aplicación S Note para apuntar cualquier detalle.

Siguiendo con el S Pen hay que decir que no se trata de un lápiz táctil al uso. Cuenta con una tecnologí­a electromagnética muy útil para que el Galaxy Note 2 sepa si se encuentra en su sitio o lo hemos extraí­do. Pero hay más. Esta tecnologí­a permite detectar dónde estamos apuntando a unos milí­metros de la pantalla, algo muy útil para realizar retoques y ediciones de forma más profesional y que la gente de Samsung ha utilizado para otras cuestiones como la previsualización de contenidos. Es decir, cuando accedemos a la galerí­a de imágenes, si acercamos el S Pen a un álbum de fotos, se despliegan miniaturas de las imágenes que contiene. También hemos descubierto, en nuestra experiencia con este terminal, que sucede lo mismo con los ví­deos y los botones, indicando éstos últimos la función que permiten.

Y aún hay más lápiz táctil del que hablar. El S Pen cuenta con un botón en uno de sus lados para realizar distintas funciones según la aplicación y el entorno. Así­, hemos comprobado que podemos elegir cualquier imagen o incluso fotograma de un ví­deo, apretar el botón y dibujar un contorno que queramos. Automáticamente esa porción queda recortada, permitiéndonos enviarla a través de correo electrónico como imagen, insertarla en una nota o editarla con alguna aplicación de diseño. Además, por accidente, descubrimos que una pulsación prolongada del S Pen sobre una pantalla mientras apretamos su botón permite tomar un pantallazo o captura de pantalla, que, al igual que el resto de imágenes, puede ser retocada y editada con este lápiz. Por último, y no menos importante, hemos podido comprobar la ágil y afinada respuesta del S Pen, que nos permite escribir cómoda y ágilmente con total exactitud de nuestros trazos. Algo a lo que ayuda su punta semiretractil, que absorbe la presión y ayuda a la escritura o el dibujo.

Aparte de estas caracterí­sticas fí­sicas, el Galaxy Note 2 está creado para sorprender. Como decí­amos al principio, ha sido cuidado hasta el más mí­nimo detalle, logrando cautivarnos con pequeñas acciones como los sonidos al desbloquear el terminal, la activación de una nueva pantalla al extraer el S Pen, o todas las opciones incluidas de serie en su interfaz de la versión 4.1 de Android, más conocida como Jelly Bean. Pequeñas cuestiones que hacen de su uso algo agradable, opciones configurables y la siempre presente opción de compartir. Pero veámoslo con algo más de detalle.

Ya en el escritorio hemos encontrado una opción que nos ha gustado. Se trata de poder establecer como página de inicio cualquiera de las diferentes pantallas del escritorio. Un gesto de pellizco muestra todas estas pantallas, pudiendo señalar el icono de la casa azul en la esquina superior derecha de la que queramos, accediendo a ella cada vez que pulsemos el único botón fí­sico frontal del terminal. Todo ello sin olvidarnos de las posibilidades de personalización del fondo, que puede ser animado, coincidiendo o no con la pantalla de bloqueo. Algo que gusta a los más preocupados por el aspecto del terminal.

Y precisamente relacionado con la pantalla tenemos que hablar de la multitarea. Algo que en este terminal se ha llevado un paso más allá. Ya conocemos la opción de sacar un ví­deo en miniatura para reproducirlo mientras mandamos un correo electrónico o nos movemos por el terminal. Sin embargo, hemos podido comprobar que, gracias a la pantalla de 5,5 pulgadas y a su potente procesador a 1,6 Ghz, podemos ejecutar hasta tres aplicaciones al mismo tiempo. Para ello solo tuvimos que desplegar una pequeña pestaña azul de la esquina inferior izquierda, la cual recoge distintas funciones o aplicaciones. Con sólo arrastrar la deseada a la pantalla, ésta se subdivide para mostrar ambas, pudiendo interactuar indistintamente con ellas, y permitiéndonos ajustar la proporción de pantalla que deseemos para cada una.

Otro apartado que nos ha gustado en el Galaxy Note 2 es el de fotografí­a. No tanto por su sensor, que es igual al del Galaxy S3 con 8 megapí­xeles, como por sus opciones. Y es que hemos encontrado una completa aplicación a la hora de tomar instantáneas. Al más puro estilo Instagram, se han introducido trece filtros para aplicar directamente en tiempo real, antes de hacer la captura. Filtros clásico como Vintage, Sepia, Blanco y negro, y otros como Dibujo animado, Verde, Azul”¦ Todo ello en la misma pantalla de encuadre. Junto a estos filtros también hemos podido comprobar sus diferentes modos de disparo. Otra utilidad que ha llamado nuestra atención. Once posibilidades dependiendo del motivo y fin de la imagen que queremos captar. Además de una fotografí­a normal podemos elegir el modo La mejor foto, para tomar ocho capturas y elegir la mejor, hacer lo mismo pero centrándonos en los rostros, realizar una captura panorámica, compartir automáticamente la fotografí­a con los amigos que salgan en ella gracias a la detección de rostros, capturas con retoques automáticos o realizar fotografí­as en condiciones con poca luz. Todo prácticamente automático y desde la misma pantalla de captura, para ahorrarnos mucho tiempo.

Todas estas imágenes quedan almacenadas en una rediseñada galerí­a. Y es que el orden en el Galaxy Note 2 ya no supone un esfuerzo por parte del usuario. Hemos descubierto que mover las imágenes de una carpeta a otra es lo más sencillo del mundo, permitiéndonos además filtrar las fotografí­as según la ubicación donde han sido tomadas, su fecha o las personas que aparecen en ellas con sólo seleccionar la opción deseada en el desplegable de la parte superior de la pantalla. Además, existen diferentes modos de visionado de la galerí­a, gustándonos especialmente la espiral, que nos permite recorrer las fotos en una especie de carrusel. Y no nos olvidamos de la posibilidad de escribir cualquier dedicatoria en la parte posterior de las imágenes, tal y como hací­amos hace años con las fotografí­as clásicas.

Por último, queremos resaltar nuestras impresiones sobre los ajustes de este terminal. Y es que aquí­ se encuentran la mayorí­a de esos detalles que hacen único este terminal y que han sido tan cuidados. Así­ hemos descubierto que, para aquellos que adolecen que el Galaxy Note 2 cuenta con una pantalla demasiado grande, pueden seguir utilizando el teclado a una sola mano si configuran esta opción en el menú Operaciones con una mano. Los más preocupados por alcanzar su lí­mite de datos también cuentan con la posibilidad de conocer su consumo actual y establecer lí­mites. Además, ofrece una buena cantidad de opciones de ahorro de energí­a para exprimir al máximo su baterí­a y proteger el terminal con varias opciones de seguridad como buscar el terminal en caso de extraví­o, alertar al usuario si se ha producido un cambio de de tarjeta SIM, etc. A lo que hay que sumar el resto de opciones y posibilidades del sistema operativo Android 4.1 y las que están centradas exclusivamente en el S Pen, donde hemos encontrado una que nos alerta si nos ponemos en marcha y no se detecta el lápiz táctil introducido en su lugar para evitar perderlo.

En definitiva, un terminal que si ya sorprendí­a por sus caracterí­sticas técnicas, nos ha dejado muy claro que guarda muchas más cosas sobre la carcasa. Detalles, en ocasiones pequeñí­simos que han conseguido sorprendernos, dándonos la sensación de que puede ser difí­cilmente superable, más intuitivo o más interactivo. Todo ello acompañado de una herramienta casi mágica, el S Pen, que transforma un terminal tí­pico en la perfecta herramienta de trabajo, el perfecto asistente, o el perfecto editor de imágenes. Sin duda el punto más caracterí­stico del Galaxy Note 2.