Methe, una joven holandesa, cumple 16 años y quiere hacer una fiesta. Por desgracia, en todas las fiestas siempre hay alguien que decide hacerse notar, y en este caso han sido unos 4.000 jóvenes que acabaron a pedradas con los policías antidisturbios. No es el guión de una película, sino parte de una historia que mezcla algo de descuido, Facebook, vandalismo y policía. Anoche, en la ciudad holandesa de Haren, se produjeron graves disturbios entre la policía y grupos de jóvenes, y todo comenzó por una convocatoria en Facebook que no se hizo correctamente.
La joven quería invitar a familiares y algunos amigos a una pequeña reunión en su casa, pero cometió el error de hacer una convocatoria pública en lugar de una privada. El rumor se fue extendiendo por la red como la espuma, y miles de personas confirmaron su asistencia al evento ante la impotencia de la joven y su familia.
La policía tenía conocimiento del hecho desde hacía días, y había decretado el estado de emergencia en la posibilidad, ante la posibilidad de que se produjeran problemas. Pero ni el blindaje policial consiguió evitar que más de 4.000 jóvenes se acercaran a la localidad, en una mezcla de curiosidad y búsqueda de emociones fuertes.
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La familia había abandonado la casa, y la policía había cerrado incluso la calle en la que se encuentra. Además, se cerró la salida de la autopista que corresponde a la pequeña localidad, de 18.000 habitantes. Nada de esto pudo impedir la marea de gente que rápidamente empezó a sembrar el caos por la ciudad, entrando en los jardines de las casas y provocando hogeras y destrozos en vehículos.
No es la primera vez que sucede algo similar. Una historia parecida ocurrió el año pasado en Alemania. Entonces, más de 10.000 personas confirmaron su asistencia a una fiesta que en principio también iba a ser privada. Sin embargo, en esa ocasión no se registraron incidentes.
En este caso ha habido al menos 25 heridos y se habla de decenas de detenciones, aunque la policía holandesa no ha concretado cuanta gente ha acabado en comisaría. Los bares de la localidad intentaron aprovechar el tirón de la convocatoria con ofertas especiales, pero el asunto fue mucho más allá de una fiesta loca y terminó con cargas policiales. La historia fue tan jugosa que inspiró hasta el guión de una película, «Proyect X», en la que se convoca una macrofiesta en las redes sociales con consecuencias desastrosas.
Para evitar este tipo de situaciones lo mejor es estar muy atentos cuando hacemos una convocatoria en Facebook. Cuando abrimos la pestaña de «crear evento», hay que prestar atención a una pestaña situada en la parte inferior, que permite elegir la privacidad del acontecimiento.
En el caso de que queramos que la convocatoria sólo tenga efecto entre gente conocida, podemos elegir la opción «amigos», o bien «por invitación». La tercera pestaña «público», que a veces aparece por defecto, es la que puede convertir una reunión de amigos en una batalla campal con la policía.