Hasta ahora, la única manera de pagar en la red social era hacerlo a través de su propia moneda: Facebook credits. El proceso era engorroso. Primero había que comprar moneda de la red social. Una vez teníamos una «cuenta» de Facebook credits podíamos gastarlo en aplicaciones o servicios.
El largo proceso acababa con muchas compras de las llamadas «impulsivas». Muchos usuarios caían en la tentación de gastarse unos euros en comprar verduras para Farmville u otros complementos para juegos de la red, pero lo dejaban aburridos por el engorroso procedimiento. Una lacra para los desarrolladores de aplicaciones y para la propia red social.
Y es que Facebook se queda con el 30% del dinero que los usuarios gastan en estas apps. Las cantidades suelen ser pequeñas, pero acaban representando hasta el 15% de los ingresos de la red social, según datos del prestigioso diario norteamericano The New York Times.
Facebook se encuentra en plena reestructuración financiera. Sus acciones no han hecho más que caer desde que salieron a bolsa, y la red social necesita más dinero urgentemente. Tiene más de 900 millones de usuarios activos, pero todavía no han dado con la fórmula para rentabilizar esta cifra. El potencial de tanta gente junta es enorme, pero parece que los de Mark Zuckerberg no consiguen dar con la fórmula para poner billetes en la mesa.
Los pagos se van a realizar en la moneda de cada país a través de una tarjeta de crédito. Es el sistema más sencillo, y puede ayudar a que muchos usuarios se decidan a gastar algo a través de esta red. Es el método de pago más habitual en Internet, y el que utilizan grandes compañías como Apple para su plataforma de venta de música, iTunes.
Y es que las cosas no parecen ir demasiado bien por la compañía californiana. Además del desplome de sus acciones, hace poco hemos sabido que la publicidad allí colocada no funciona nada bien. Sólo uno de cinco usuarios de la red reconocen haber adquirido un producto o servicio tras haberlo visto en Facebook, según un estudio de Reuters.
Además, su popularidad está empezando a caer. Según esta misma encuesta, un 34% de los usuarios afirma pasar en Facebook menos tiempo que hace seis meses. Eso sí, el número de usuarios no deja de crecer en todo el mundo, y parece que este verano alcanzará la cifra mágica de 1.000 millones de perfiles.
Los de Zuckerberg ya tienen la mayor base de datos personales jamás creada, pero todavía no han averiguado como hacer que se convierta en una máquina de dinero. A partir del mes que viene ya podremos pagar con más facilidad con nuestras tarjetas de crédito. Sin embargo, muchos usuarios aun no han encontrado nada interesante en lo que gastarse el dinero. Al fin y al cabo, puede que la situación económica de las familias no esté como para invertir, por poco que sea, en calabazas virtuales de Farmville.
Yo hace tiempo ya que no uso Facebook, me cansé de ver culebrones en los muros de mis amigos, ahora sólo uso Whatsapp, que para mis necesidades de comunicación es más que suficiente.