Un estudio de Samsung afirma que para el año 2014, la mitad de las cámaras de fotos que se vendan contarán con conectividad WiFi. Este dato da una idea de la importancia que han tomado las redes sociales en el mundo de la fotografía no profesional. Hace unos pocos años, la mayor parte de las fotos que tomábamos con nuestras cámaras digitales acababan en un rincón perdido del disco duro. Hoy en día, la principal motivación de tomar estas fotos es compartirlas en redes sociales, y los fabricantes están entendiendo el mensaje.
Según este mismo estudio, cambiamos de cámara de fotos cada tres años. En el momento de la renovación, el usuario a día de hoy está buscando facilidades, y le importa más lo fácil que sea pasar las fotos a Facebook que la calidad del objetivo. La conectividad WiFi, que parece que va a imponerse en las cámaras, sirve precisamente para eso: compartir las fotos sin pasar siquiera por el ordenador. En el evento, Daniel Molero, Director de la División de Digital Image de Samsung Electronics, ha comentado: “En 2014, el 50% de las cámaras vendidas, llevarán WiFi, como una respuesta necesaria a la demanda de los consumidores españoles. Los usuarios quieren compartir sus fotos y, hoy, esto es sinónimo de conectividad». Esto es algo que hacemos casi instintivamente con el móvil inteligente, el reto para los fabricantes, es conseguir que también lo hagamos de forma natural cuando disparamos una foto con la cámara digital.
Y es que la competencia se ha puesto durísima con los teléfonos móviles inteligentes. Las fotos de los smartphones ya no son imágenes planas de baja resolución. La mejora de las cámaras de estos teléfonos ha sido espectacular, pero es su inmediatez para compartirlas en Facebook o Twitter lo que les hace tomar la delantera.
Hace apenas unos días hemos visto como Facebook se gastaba 1.000 millones de dólares en adquirir una aplicación de fotografía, Instagram. Se podría pensar que la intención de la todopoderosa red social es hacerse con una tecnología que permite poner filtros a las fotos, pero a la vista está que el precio es demasiado alto por esto. Lo que Facebook ha comprado es a millones de usuarios de una red social que comparten fotos directamente desde sus teléfonos. Fotógrafos aficionados que ven como sus fotos mejoran con un filtro, y quieren enseñárselo a sus amigos. Y todo con su teléfono inteligente, sin necesidad de llevar otro cacharro en el bolsillo.
Los fabricantes de cámaras de fotos compactas saben que tienen un competidor muy duro con los móviles inteligentes. Aun pueden ofrecer zoom óptico, más prestaciones fotográficas y mejor calidad de imagen, pero esto no es suficiente para muchos simples usuarios, que prefieren la inmediatez. Además, cada vez vemos más cámaras compactas que permiten añadir filtros a la imagen, siguiendo el modelo Instagram, pero si no puedes compartirla inmediatamente el invento no funciona igual.
En los próximos años veremos cámaras compactas superconectadas. Con WiFi, Bluetooth y todo lo que se les ocurra para darle salida rápida a las fotos en el redes sociales. Cámaras sencillas de utilizar y con posibilidad de editar las fotos en el momento. Las mejoras técnicas más avanzadas: sensibilidad, profundidad de campo o rango dinámico se quedarán para las cámaras avanzadas. Un sector muy diferente en que lo usuarios no tienen tanto interés en compartir las fotos a gran velocidad sino más bien en buscar la máxima calidad en la foto.
el tener wifi una cámara lo encuentro un gratuidad en el tema de las radiaciones, no veo necesidad para convertir en un culto la cámara de fotos on-line, desde cualquiera smartphone puedes hacer cualquier cosa con este tema,porque en la ciudad está bien y el la montaña o sitios sin cobertura, (por mensajero) además el geolocalizador también se tendrá que activar etc.. , otra trama de la industria del wifi, estamos ya llegando al limite en espacios irradiados
Me parecia raro leeг un articulo asi aqui sin embargo hoy estoy realmente aggraÔecido esta vez