La Panasonic Lumix FX-80 pertenece a la gama media de cámaras compactas de Panasonic. Su sensor de 12 megapíxeles cuenta con un procesador de imagen llamado Venus Engine. Este permite diferentes mejoras como reducir el ruido de imagen (esos incómodos puntitos rojos que aparecen en las fotos tomadas con poca luz). Es una cámara sencilla de utilizar para los aficionados en bastantes condiciones diferentes.
La mayor parte de las funciones de la cámara se controlan a través de una gran pantalla táctil de tres pulgadas. Una de las opciones más interesantes de esta cámara es la posibilidad de efectuar pequeños retoques fotográficos en el momento. Pintar labios, blanquear dientes o desenfocar en fondo es posible gracias a la generosidad del monitor trasero. Además, desde la misma pantalla podemos enfocar y disparar. Sin duda hay quien encuentre esto muy práctico y moderno, aunque muchos siguen pensado que una pantalla táctil no resulta demasiado útil para enfocar o disparar debido a la vibración que se trasmite a la cámara.
La óptica de la cámara viene avalada por el sello de garantía de Leica, aunque no es nada del otro mundo en cuestión técnica. Una apertura de diafragma que oscila entre las 2,5 y las 6,4; que corre el riesgo de dejarnos algo cortos de luz si utilizamos de más el zoom. Y eso que este tampoco es espectacular: cinco aumentos, o lo que sería un 26-130 mm en fotografía tradicional. Suficiente, pero justo por ambas partes. Un poco corto de angular si queremos fotografiar, por ejemplo, un edificio. Tampoco sobra teleobjetivo, con lo que tendremos que renunciar a buscar el detalle más lejano.
La Lumix FX-80 también es capaz de grabar vídeo en calidad Full HD. Esto supone un excelente complemento a nuestras fotos, ya que podemos tomar vídeos en altísima calidad que se pueden disfrutar en la televisión familiar. No obstante, aunque la cámara permita la grabación en este formato, no debemos pensar que el vídeo de la comunión quedará como si lo hubiera grabado el mismísimo Spielberg. La óptica de la cámara es limitada, con lo que tendremos problemas de luz y desenfoque constantes. Además, su tamaño y peso es muy reducido, y carece de cualquier mecanismo de estabilización, con lo que, si grabamos con la cámara en la mano, la sensación de «tembleque» será constante.
Como casi todas las cámara de hoy en día, laPanasonic Lumix FX-80 incluye una serie de filtros artísticos (blanco y negro, sepia, etc.) que se pueden añadir a las fotos antes o después de tomarlas. Lo que si es una novedad es la posibilidad de recargar la batería a través de un USB además de la tradicional toma de corriente.
La cámara estará disponible en el mercado a partir de el próximo mes de marzo, y ya sabemos que su precio rondará los 300 euros. Un precio adecuado para una cámara que cumple de sobra con las exigencias de un aficionado.
