Otro varapalo a Eduardo Teddy Bautista. El que fuera presidente del Consejo de Dirección de la Sociedad General de Autores y Editores ”“SGAE”“ ha visto cómo su demanda contra la entidad que él mismo dirigía ha sido desestimada. La reclamación judicial que interpuso Bautista ascendía nada menos que a 1,4 millones de euros, entendiendo que su salida de la máxima dirección del citado Consejo de Dirección merecía una contraprestación.
Pese a todo, el matiz de salida parece haber sido clave en la exposición de la titular del Juzgado de lo Social número 40, Yolanda Urban Sánchez, quien ha estimado que la relación entre la sociedad de autores y el demandante no estaba sujeta a indemnización en caso de ruptura.
Para llegar a esta conclusión, la magistrada habría subrayado que la relación entre ambas era meramente mercantil. Es decir, Teddy Bautista en este caso no sería un empleado o trabajador que formara parte de la plantilla directa de la SGAE, sino que mantenía con la entidad la vinculación propia de dos empresas colaboradoras, no la que conoceríamos entre empleador y empleado.
Siendo así, a tenor de la desestimación emitida por la jueza Urban, se entiende que el Juzgado de lo Social donde se habría interpuesto la denuncia reconoce la excepción de incompetencia del orden jurisdiccional social. En la práctica, esto supone que los demandados quedan libres del pago cualquier indemnización.
Es importante reseñar que la demanda que interpuso Teddy Bautista no exigía la contraprestación económica sólo a la SGAE. Además, algunas de las entidades y empresas satélite de la sociedad de autores también estaban en el mira del músic canario, entre ellas, Portal Latino S.L. ”“hoy día conocida como Servicios Autorales S.L.”“, la Fundación Autor, Arteria Promociones Culturales S.L, y el Centro para la Investigación de Mercado y la Cultura ”“CIMEC”“. Todas estas, como decimos, habrían quedado libres de cualquier obligación de indemnizar en conjunto al ex-presidente del Consejo de Dirección de la SGAE.
Resulta cuando menos curioso que Bautista llegara a hacer dicha reclamación en estos términos, ya que a mediados de julio del año pasado fue él mismo quien presentó su renuncia al puesto que acababa de reeditar tras conseguir una vez más la mayoría en las elecciones al Consejo de Dirección. Fue el 12 de julio cuando él mismo presentó una dimisión como resultado de la petición de un buen número de integrantes de la sociedad de autores, la cual fue aceptada por la entidad.
No obstante, dicha dimisión fue objeto meses más tarde de una airada polémica cuando se supo que lo que había sido una renuncia se transformaba en una demanda. Corría el día 20 de octubre, y por entonces ya se ponía de relieve que el fin de relaciones entre Bautista y la SGAE se produjo como renuncia expresa y voluntaria del ex-presidente del Consejo de Dirección, lo cual lo inhabilitaba para cualquier prestación económica por su marcha de la entidad.