Este nuevo reproductor walkman de Sony está disponible en tres versiones en función de la capacidad de almacenamiento, con 16, 32 y 64 GB. Por todo lo demás, las tres versiones son virtualmente idénticas excepto en el nombre, NW-Z1050 para la versión de 16 GB, NW-Z1060 para la de 32, y NW-Z1060 que es como se llama el equipo de 64 GB. En el frontal destaca una pantalla LCD de 4,3 pulgadas en color, con tres botones situados inmediatamente debajo. Es tamaño suficiente para ver fotografías, e incluso vídeos.
Por supuesto, también para manejar las muchas funciones del aparato. La pantalla que una resolución de 800 í— 480 puntos. Es un equipo competente, con un procesador de doble núcleo NVIDIA Tegra 2 de 1 GHz. Más que suficiente para mover todas las funciones instaladas sobre un sistema operativo Android 2.3. Tiene 512 MB de RAM. La reproducción de música es muy intuitiva. La elaboración de listas también. En la pantalla se pueden ver las portadas de los discos y fotografías de los cantantes. También dispone de un sistema de generación de imágenes aleatorias que acompañan a la música.
Es compatible con formatos tales como MP3, AAC, MPEG4 o WMA. No es un equipo demasiado pesado. Pesa 156 g, y dispone de autonomía suficiente como para unas 20 horas de música o cinco horas de vídeo. Por cierto, puede reproducir vídeo Full HD a través de su salida HDMI. Tiene un ecualizador de cinco bandas, y un normalizador dinámico de la música que nivela el volumen de las canciones para evitar sustos. Permite la conexión al Android Market para obtener apps que luego se instalan de forma muy sencilla
Para tratarse de un pequeño reproductor portátil, anda bien dotado de conectividad, ya que puede trabajar con auriculares o altavoces Bluetooth y con redes Wi-Fi. De hecho, es compatible DLNA. Puede reproducir contenidos almacenados en cualquiera de los discos de la red local. Quizá lo más sorprendente sea el sonido, y por eso muchos críticos afirman que puede acabar compitiendo con el iPod. Incorpora diversas tecnologías que mejoran la reproducción musical como la amplificación S-Master, o un sencillo sistema que mejora la imagen estéreo, y restaura en parte esas frecuencias que se pierden durante el proceso de compresión.