Loewe Soundbox, la música del iPod o del iPhone en casa 1

La mayorí­a de los usuarios no tiene ganas de seguir con los auriculares puestos al llegar a casa. Son útiles en la calle, pero luego se convierten en un engorro. Pero, ¿por qué cambiar de dispositivo de reproducción si el iPod y el iPhone son equipos muy solventes para la música comprimida en MP3? Por eso se han inventado los altavoces para iPod. Pero si pensamos que el Soudbox de Loewe es uno más de estos equipos, estamos muy equivocados. Es más. Mucho más. Una completí­sima máquina dedicada a la reproducción de música en muchos soportes.

Este equipo incorpora un sintonizador de radio FM para que podamos seguir escuchando las emisoras tradicionales, pero también puede reproducir todos esos discos CD que la mayorí­a de nosotros aún tenemos en casa. Además, en la parte superior tiene unaa cuna para el iPod y el iPhone, que no sólo sirven para reproducir la música almacenada en estos equipos portátiles, sino que además hacen las veces de sistema de recarga de energí­a. No hay que complicarse la vida. Basta con colocar el reproductor fuente en la estación de acoplamiento. Y la diversión continúa cuando le echamos un vistazo al surtido de conexiones.

Loewe Soundbox, la música del iPod o del iPhone en casa 2

Hay quien no tiene un equipo de Apple. Igualmente podrán utilizar este sistema de sonido. Para ello dispone de un puerto USB compatible con archivos musicales. Y aún más. Podemos aprovechar cualquiera de nuestros antiguos módulos de sonido, e incluso utilizar la salida de sonido de un ordenador personal. Para ello dispone de una entrada auxiliar de sonido estéreo. Y para esas escuchas nocturnas en las que no se desea molestar la familia o los vecinos, ofrece una salida de auriculares. Sí­, es un aparato pequeño, pero que ofrece un sonido grande. Lleva dos amplificadores estéreo digitales, lo último en tecnologí­a, conectados a cuatro altavoces Full Range de 4 pulgadas.

El rendimiento es tan bueno como el de equipos y altavoces más grandes. El diseño es agradable y compacto. Clásico hasta el punto de que es posible integrarlo en cualquier espacio y en cualquier decoración. No se va a pasar de moda por mucho que pase el tiempo porque tiene formas rectas y sencillas. Eso sí­, le hace un brindis a la individualidad y a los gustos personales de cada comprador. La marqueterí­a, esto es, el panel que ocupa la parte superior, se puede cambiar por otros en diferentes colores. A esto hay que sumarle que el equipo está disponible en negro y en plateado. Las combinaciones son innumerables.

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