Semana negra para los intereses de la SGAE. Si bien hoy se ha conocido que la Audiencia Nacional ha frenado en seco al Canon Digital, a través de una resolución que reconoce irregularidades en su aprobación, unos días antes fue la cuestión de las descargas la que le puso la cara roja a quienes criminalizan el fenómeno de las descargas por Internet,
Nos referimos a cómo la Audiencia de Madrid ha sumado un capítulo más al serial de sobreseimientos en las causas que se vienen teniendo contra las llamadas webs de enlaces. La última en quedar libre de cargas y acusaciones ha sido Indicedonkey. Según los jueces, una vez más, se deja claro que la legislación vigente no contempla la vinculación de contenido protegido como ilegal, ya que no se hace difusión del material en sí ni los servidores de la web alojan los archivos que los usuarios finalmente se descargan.
Un punto interesante en el texto que acompaña al archivo del caso hace referencia al controvertido asunto del ánimo de lucro que se asocia a las descargas. Mientras que los detractores de este tipo de páginas atacan aludiendo al hecho de que los responsables de las mismas ganan dinero a costa de los enlaces a material ajeno, la justicia no entiende lo mismo. De hecho, el auto del caso deja claro que «la retribución que obtienen los administradores de la página no compensa la descarga de los títulos».
Es decir, que los ingresos proceden de una publicidad que se obtiene por acceso a las web; una publicidad que no está directamente relacionada con la descarga, sino por la explotación de los espacios promocionales de la página. Este argumento vendría a pulverizar las críticas de la corriente más agresiva contra el fenómeno de las descargas.