Todavía no somos muy conscientes, pero el agua es un bién muy preciado que, a veces, desperdiciamos sin darnos cuenta. El diseñador industrial chino Tian Lingrui también debe pensarlo así y ha creado un artilugio denominado D-Catcher, cuya función es la de recoger las gotas de agua de la ropa mojada.
En contra de lo que pueda parecer, recoger el agua que empapa nuestras camisas no es tan fácil como poner unos cubos debajo. El líquido elemento atrapado en el tejido tras pasar por la lavadora no gotea, sino que se va evaporando poco a poco.
Para evitar esta fuga de gotas de agua, Lingrui ha creado una especie de depósito con forma alargada. La idea es que el depósito se sujeta, con una pinza que integra, a la parte inferior de la prenda y se extiende un cable retráctil hasta la parte del cuello, para que haga de hilo conductor del agua. Así, el líquido no se evapora en su totalidad, sino que una parte va cayendo hasta el D-Catcher y se almacena allí. Como efecto beneficioso colateral, las prendas quedan perfectamente estiradas y casi no hace falta plancharlas.
Las intenciones son buenas, pero más de un ama o amo de casa se subiría por las paredes si tuviera que desplegar este invento en todas y cada una de sus prendas antes de colgarlas. Por otra parte, el D-Catcher no sirve para prendas delicadas como esos jerseys de lana que se deforman a la mínima. Colgar uno de estos jerseys con un peso en la parte de abajo es garantía perfecta para que, en unos meses, nos llegue hasta los pies.
Tampoco está muy claro qué usos podemos dar al agua que se obtiene, ya que el agua de la colada se considera ”˜gris”™. En otras palabras, no son aguas negras que hay que depurar en su totalidad pero tampoco es apta para el consumo. En cualquier caso, el D-Catcher no es un mal punto de partida para empezar a pensar en ahorra agua.
Vía: Yanko Design
