Todos al agua. Algunos plantean habitar en viviendas flotantes. Otros van más allá y proponen directamente colocar las ciudades sobre el agua. El Instituto Seasteading, con sede en California, es una organización sin ánimo de lucro que investiga sobre la posibilidad de que existan núcleos de población en plataformas encima del mar. Quién sabe. Así igual se acababa con la crisis del ladrillo. Y empezaba la especulación sobre el agua, claro.
Aseguran que una idea así es posible y por un coste no muy elevado. De entrada, se ha convocado un concurso que premiará el mejor diseño en 3D de una ciudad sobre las aguas. La cuantía del primer premio es de 1.000 dólares, unos 791 euros al cambio. Otros galardones, que reconocen aspectos como la estética o la personalidad, recibirán 250 dólares, unos 198 euros. El plazo finaliza el próximo 1 de mayo.
El diseño que presentamos aquí es obra de los ingenieros de Marine Innovation & Technology. Se trata de una institución especializada en resolver problemas de ingeniería en alta mar. Uno de sus proyectos es la creación de plataformas en aguas profundas que permitan una mejor extracción de gas y petróleo a menor coste. Sin duda, sus investigaciones les han sido de gran utilidad a la hora de planificar el sueño del Instituto Seasteading.
Según su diseño, la estructura abarcaría unos 48,77 kilómetros cuadrados asentados sobre cables de fibra de carbono. Para sostenerse emplearía pilares flotantes, que además tendrían una función estabilizadora frente a la acción de las olas. Obtendría energía de un generador auxiliar diesel. Aunque lo natural en un proyecto así sería aprovechar los recursos de la Madre Naturaleza mediante generadores solares, eólicos o hidráulicos. Pesaría 20.000 toneladas y se podría incluso mover a una velocidad de dos nudos. Incluiría una máquina desalizandora para la obtención de agua.
El coste del proyecto alcanza, en teoría, 50 millones de dólares, casi 40 millones de euros. Quién sabe. Quizás, si no se pone remedio antes, el cambio climático obligue a los gobiernos a realizar una inmersión, perdón, inversión semejante.
Vía: Wired