Chris Rogers es otro de esos tipos ingeniosos que sabe sacarle provecho a sus coches teledirigidos. Además de sus labores como diseñador, el hombre se dedica a fabricar sus propios vehículos caseros. Y la última de sus invenciones es este ROMP, el acrónimo para “Remotely Operated Mobile Platform”. En cristiano, “Plataforma Móvil Controlada Remotamente”. Y, más en cristiano todavía, un coche para arrasar en las partidas de paintball sin recibir ni una sola gota de pintura en la ropa.
El coche podría ser el típico todoterreno manejado por radiocontrol, si no fuese por el armamento que Rogers ha instalado sobre él. Una escopeta de paintball, ese divertido deporte en el que los participantes se dedican a dispararse bolas de pintura entre sí. A más de uno le pillará por sorpresa ser alcanzado por los impactos de este vehículo, perfecto para acechar a los contrincantes sin ser alcanzado. Según su inventor, el concepto podría tener aplicaciones militares. Pero a nosotros nos gusta más que se use sólo para diversión.
Otra de las ideas surgidas de la mente de Rogers consiste en colocar en su plataforma una cámara de vídeo doméstica. En principio se podría emplear en tareas de videovigilancia, investigación o detonación de explosivos a distancia. Claro que, al tratarse de un prototipo casero, lo más que podríamos espiar es al compañero de piso o al vecino de al lado.
Vía: Dvice