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Si bebes, no conduzcas. Y si tienes dudas, usa este alcoholí­metro para el iPod y el iPhone. Se trata de iBreath, un pequeño alcoholí­metro que podremos llevar a cualquier lado. Pero, como ya existen varios dispositivos de test de alcoholemia portátiles, su diseñador David Steele ha querido hacerlo diferente a los demás. Por eso le ha añadido un transmisor FM para escuchar nuestro iPod o iPhone en el coche o en cualquier minicadena con radio. Y sin necesidad de cables.

Para comprobar el nivel de alcohol que tenemos en sangre, sólo hay que conectarlo al iPhone o iPod, que será el encargado de darle baterí­a para que funcione. Después, se pulsa un botón y se sopla por la boquilla del iBreath durante al menos 5 segundos. El resultado se mostrará por la pantalla LCD que incorpora, en tan sólo 2 segundos. En el caso de que sobrepasemos el lí­mite permitido, cuenta con un temporizador, programable desde 1 minuto hasta 8 horas. Esto nos permitirá programar cuándo queremos hacer el siguiente test hasta que estemos en condiciones de conducir.

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En cuanto al transmisor de radio, nos servirá para escuchar la música del iPod o iPhone a través de la radio. Es decir, si nuestro coche dispone de un sintonizador de radio FM, podremos conectarlo sin necesidad de cables. El transmisor emitirá la música por ondas de radio FM, a una frecuencia determinada. Así­ que, para escucharlo sólo tendremos que sintonizar la misma frecuencia asignada en la radio. Claro que, conviene aclarar que este tipo de transmisores por radio no funciona bien en las grandes ciudades. Sobre todo cuando hay muchas emisoras y el dial de la radio está muy competido.

Además cuenta con un cargador para el coche, para que podamos escuchar música sin acabar con la baterí­a. Y no hay problema de compatibilidad, pues funciona con todos los modelos de iPhone e iPod que han salido hasta el momento. El precio, 80 dólares, que al cambio actual son poco más de 55 euros.

Es sin duda uno de los complementos más útiles diseñados hasta el momento, pero tiene algunas pegas. Por ejemplo, que no tiene boquillas intercambiables para el alcoholí­metro. Y, lo dicho, si bebes, no conduzcas, a menos que sólo sean iBeers.

Ví­a: Coolest Gadgets

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