La población adolescente de entre 10 y 16 años ya tiene en su poder un teléfono móvil. Lo más preocupante es que no sólo lo utilizan para facilitar la comunicación (y el control) con sus padres. El 10% de este total asegura que emplea el teléfono para grabar peleas entre compañeros y luego colgarlas en YouTube. Por lo visto, tienen una afición especial por las bromas y les gusta que la gente comente las grabaciones y las divulgue a través de la Internet. Lo que no saben, es que al mismo tiempo que se ríen, están incurriendo en un delito.
El 27% de los encuestados asegura que sus amigos graban peleas y que disfrutan gastando bromas a los demás compañeros empleando el teléfono móvil. Aunque la mayoría (un 65%) asegura que dispone de un móvil para que sus padres lo tengan localizado, casi el mismo porcentaje (un 64%) lo utiliza para quedar con los amigos y un 51% para avisar a los padres de cualquier imprevisto. Por ejemplo, de que llegarán un poco más tarde a casa. Todo un clásico.
Más de un 56% de los chicos concibe el móvil como una herramienta de comunicación social y un 45% como un entretenimiento. Ya vimos que los adultos siguen enganchados al teléfono fijo. Y que todos los jóvenes españoles tienen móvil. Si por jóvenes entendemos a los que tienen entre 15 y 35 años de edad. Pero los adolescentes no les andan a la zaga y también son altamente dependientes del móvil. De hecho, un 76% de los jóvenes se muestra preocupado por perderlo. Por contraste, el principal miedo del 66% de los padres es que sus hijos contacten con extraños.
Y es que el teléfono móvil es una puerta de acceso a miles de contenidos inadecuados. Al menos un 22% de los adolescentes asegura haber recibido mensajes para adultos (con contenidos violentos o pornográficos) y un 89% cuenta que le han llegado mensajes publicitarios. Todos estos datos proceden del estudio La telefonía móvil en la infancia y la adolescencia realizado por el Defensor del Menor y la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.
Un estudio que también muestra paradojas. Como el crecimiento de la preocupación de los padres, al tiempo que demuestra que el 50% de los niños de 9 a 10 años ya tienen teléfono móvil. Lo han recibido como regalo de cumpleaños o en una celebración especial. Si un padre sufre por los contenidos que puede llegar a ver su hijo, ¿por qué le abre las puertas a los teléfonos móviles a tan temprana edad? La buena noticia es que los adolescentes no gastan demasiado en telefonía móvil. Aseguran que, como máximo, han llegado a despilfarrar 40 euros en un mes.
El 65% de los móviles son subvencionados por los padres, mientras que el 23% comparte gastos y sólo el 12% se lo paga directamente del bolsillo. El ahorro puede deberse en parte, al sinfín de métodos que utilizan los jóvenes para gastar lo mínimo: hacer llamadas perdidas (70%), enviar mensajes de texto sms (50%), llamar desde el fijo (40%), llamar desde el móvil de los padres (28%) o aprovechar una tarifa plana (22%). Se las saben todas. Sobre todo en el tema del ahorro.
Fotos de: Alejandro Morales-Loaiza, Toni Blay Vía: Adn
Este artículo nos ha ayudado mucho en nuestro trabajo de investigación, sobre el uso del móvil entre los adolescentes.
Muchas gracias por publicarlo en internet!