Parece que se trata de una broma, o de una de esas absurdas promociones de teletienda. Pero es cierto. Con la compra de una de estas botellas de vino te llevas de regalo un fantástico a la par que útil podómetro. Ya sabes, uno de esos dispositivos de bolsillo que usan los deportistas para contar el número de pasos que han dado, la distancia recorrida o el tiempo empleado en completarla. En definitiva, un artilugio que poco o nada tiene que ver con el mundo del vino.
En concreto, la marca que los obsequia es la neozelandesa RedCliffe, en sus variedades riesling y sauvignon blanc. Las que aparecen en la fotografía no son unas cosechas especialmente caras (una de estas botellas puede costar en torno a los 9 euros), así que suponemos que el podómetro es un buen reclamo para los clientes. Aunque sólo puede medir los pasos, no determinar si puedes caminar en línea recta cuando termines la botella.
La verdad es que ya podrían haberse estrujado el cerebro para ofrecer un regalo más acorde con el producto principal. No tiene que ser uno de esos carísimos recipientes de Etienne Meneau, ni siquiera una botella de vino USB con información sobre el cultivo. Tal vez con una pequeña nota aclaratoria de por qué se venden los dos artículos conjuntamente hubiese bastado. O gorras y camisetas con el logo de RedCliffe en su defecto, aunque sea un obsequio más típico. Pero al menos tiene más sentido.
Vía: Gizmodo