Este grifo de quita y pon ofrece la comodidad de servir cualquier bebida en cualquier lugar donde lo coloques. El invento responde al nombre de Super SideBar y funciona como el bar de la esquina en cualquier mueble de la casa. Por un lado tenemos el grifo sobre el mueble. Dentro y oculto a nuestros ojos, se coloca el dispensador electrónico. De él salen cinco tubos dirigidos a las cinco botellas que más nos gusten. El grifo tiene cinco botones (además del interruptor de encendido), uno para cada tipo de bebida. Para evitar equivocaciones es bueno etiquetar cada tecla.
A su favor hay que apuntar que cada uno de esos botones puede programarse para servir una cantidad de líquido específica. Por ejemplo, el surtidor de zumo de naranja podría suministrar una cantidad fija cuando lo pulses, mientras que el refresco especial de Donkey Kong seguiría cayendo hasta que levantases el dedo del botón. Las mezclas siempre saldrían perfectas. Y, por si las moscas, tiene un sistema de seguridad, para que los gorrones no puedan servirse sin nuestro consentimiento.
El sistema viene ya ensamblado para una instalación rápida, aunque el mueble correspondiente necesita algunas preparaciones. Funciona enchufado a la red eléctrica, con voltajes de 110 ó 12 voltios. Eso sí, la comodidad que ofrece este Super SideBar tiene un precio, que en este caso es de 500 dólares (320 euros) para el modelo más asequible. La verdad es que resulta más económico servirse uno mismo directamente desde la botella, aunque se pierde mucho glamour. UN fallo que tiene es que las bebidas no salen fresquitas. El grifo surtidor tiene encanto, pero si queremos hielo, tendremos que ir hasta la cocina para activar la máquina de hielo.
Vía: Dvice
el mayor defecto que le veo es que mezclara los sabores.