Los curiosos nunca dejarán de experimentar. Esta es su razón de ser, claro está. Y eso es lo que hace Ben Wilson, un diseñador que ha construido este monociclo tan peculiar. El señor Wilson lo ha hecho porque se confiesa un apasionado de la propulsión humana y ha querido desafiar a todos con un nuevo modelo de monociclo, en el que el conductor va sentado dentro de una rueda sin radios. Si no termina de funcionar, al menos promete llamar la atención a su paso como lo hacía la bicicleta comunitaria.
De hecho, el monociclo fue un encargo para la XXI Century Man Exhibition (Tokio) que se celebró el pasado mes de marzo. En la Feria se dan cita diseñadores e inventores, con sus respectivas ideas originales. Lo que presentó Wilson es un monociclo gigante que no tiene nada que ver con los que guardamos en nuestro imaginario circense. En éste, el ciclista va sentado en una postura dudosamente cómoda y pedalea dentro de la misma rueda, que lo propulsa para avanzar en su carrera.
El autor argumenta su diseño, explicando que nunca ha podido comprar uno de estos monociclos. Y que, por eso decidió construirlo él mismo. La verdad es que sí, el monociclo parece más bien un juego de niños soñadores a punto de despegar a lo E.T, directo a la Luna.
Vía: Dezeen
