Continental DC, un bólido eléctrico muy simple

Comparándolo con su lí­nea habitual de cochazos deportivos, el fabricante Bentley Motors podrí­a haberse esmerado un poco más en el diseño de este carricoche, bautizado como Continental DC. Por esta vez perdonaremos su falta de detalles, puesto que se trata de un automóvil eléctrico respetuoso con el medio ambiente. Y aunque parezca el tí­pico vehí­culo de construcción casera para lanzarse cuesta abajo, es todo un bólido de carreras diseñado para la competición.

Tampoco esperes que sea capaz de batir al coche más rápido del mundo, pues con su motor de 24 voltios sólo alcanza los 64 kilómetros por hora de velocidad máxima. Un registro que, en cualquier caso, es superior a lo que podrí­as esperar de él a juzgar por su pinta. Únicamente puede rodar en circuitos cerrados, y por eso sólo dispone de una plaza, sin maletero ni compartimentos adicionales. Y sólo puede ser pilotado por conductores de entre 16 y 24 años.

Aunque carece de soluciones aerodinámicas punteras, su peso ha sido optimizado para sacarle el máximo rendimiento posible, eliminando todos los elementos que no sean estrictamente necesarios (cosa que salta a la vista). De ahí­ que su aspecto sea tan simplón, porque sólo han dejado la carrocerí­a y las ruedas. El chasis ultraligero está hecho en fibra de carbono, mientras que los neumáticos Michelin tiene sólo 40 centí­metros de diámetro por 2,4 de grosor. Su peso en total es de sólo 120 kilogramos sin piloto.

Gracias a su trabajo con el Continental DC, el equipo de aprendices de Bentley Motors se ha llevado el galardón al “Spirit of Greenpower” tras su participación en la competición Greenpower Corporate Challenge, que organiza carreras escolares para promover el uso de energí­as limpias y la ingenierí­a entre los jóvenes. Su próximo reto será competir en el campeonato Formula 24+, donde se pone a prueba la resistencia de los vehí­culos. Desde aquí­ deseamos que tenga suerte y pueda seguir repitiendo éxitos, porque sus victorias serán también un triunfo de los motores menos contaminantes.

Ví­a: Bornrich