Los primeros simuladores informatizados aparecieron en los años 50, aunque fue en los 80 cuando empezaron a complicarse y a resolver retos más complejos. Hoy encontramos simuladores para todos los gustos: de vuelo, de coches y hasta de motos de agua.
El último que hemos descubierto es el simulador de monta de caballos. El invento se remonta a 1990, año en que la firma británica Racewood Simulators lanzó el primero. Su último modelo es este Ridemaster Pro, pensado para que los principiantes de la doma ecuestre se vayan familiarizando con los movimientos de un corcel (podéis verlo en acción en este vídeo).
El sistema consiste en una estructura con un monitor delgado en un extremo y un caballo de madera en el otro, que se balancea al más puro estilo de los simuladores de rodeos de toros.
La pantalla muestra el entorno gráfico de un campo de doma, que puede configurarse con unas medidas virtuales de 20 x 40 o 20 x 60 metros, a gusto del consumidor.
El cuello del caballo tiene su propia articulación, para que los giros y la sensación de trote sean más realistas. El animal virtual se mueve en sincronización con lo que sucede en pantalla, permitiendo al jinete o a la amazona controlar los movimientos mediante dos de los gestos más habituales que se realizan con un caballo de verdad: manejando las correas y las espuelas. Y es que tanto éstas últimas como la boca del caballo llevan unos sensores que captan los golpes y los tirones para transmitirlos a la simulación.
Puede trabajar al paso y al trote, y también simula desplazamientos laterales. Sus creadores lo presentan como una buena forma de instruir a jóvenes principiantes sin correr el peligro de caerse, permitiendo además una cercana supervisión de un instructor. Pero claro, todo esto tiene un precio: 10.000 dólares. Al cambio actual, la «jaca» sale por unos 6,460 euros (pueden comprarse caballos por menos de ese dinero).
Si te parece caro, estamos de acuerdo. Pero no hay que sorprenderse sólo por la mera existencia de este simulador. Echándole un vistazo al apartado de productos del fabricante, encontramos también un modelo específico para simular carreras, y otro para un deporte tan ecuestre como el polo. Eso sí, estos no llevan pantalla. Os dejamos con un vídeo del simulador de polo.
Vía: bornrich