Si por algo se caracterizan los museos de la Fundación Guggenheim (aparte de por sus exposiciones, claro) es por su planteamiento atrevido, inusual. El diseño vanguardista es la piedra de toque de estos singulares edificios. Y el nuevo proyecto situado en Vilna (Lituania), no iba a ser menos. Quien se encargará de esta magna obra será la arquitecta Zaha Hadid, británica de origen iraquí que fue galardonada en 2004 con el prestigioso Premio Pritzker de Arquitectura.
Hadid ha ideado una estructura que por sus líneas curvadas nos recuerda a la Jet House: muy areodinámica, transmitiendo sensación de movimiento y velocidad pese a tratarse de una construcción estática. Las formas ofrecen una continuidad muy placentera para la vista, y al mismo tiempo ayudan a integrar el edificio con el resto de su entorno. Al menos en estos bocetos preliminares, ya que aún no ha sido construido.
Pero sí se conoce su ubicación, frente al río Neris, zona en la que se pretende intensificar la vida pública. Un planteamiento que nos recuerda al del Museo Guggenheim en Bilbao. Además de ser un lugar que encaja a la perfección con su diseño fluido, el nuevo Guggenheim quiere convertirse en el epicentro de la actividad cultural en el futuro parque, donde los viandantes puedan admirar esta obra arquitectónica, dar un paseo, sentarse en la escalinata y, cómo no, asisitir a los eventos que allí tengan lugar. Que para eso está el museo.
El proyecto de Hadid, que se impuso en concurso al de otros dos renombrados arquitectos (Daniel Libeskind y Massimiliano Fuksas), abrirá sus puertas a partir del año 2011, siempre bajo las previsiones más optimistas. La misma Hadid manifestó su ilusión por llevar adelante esta obra: “estoy encantada de trabajar en Vilna en el Museo Guggenheim. La ciudad será la Capital Europea de la Cultura en 2009 y tiene un largo historial de patrocinio artístico”, declaró.
Vía: DVICE