Tan importante como comprar un ordenador último modelo es tener una mesa que esté a su altura. Una que se parezca a este diseño de New-Tech-Designs, que aún no se ha fabricado pero tiene bastantes papeletas para cumplir esa función. Consiste en un escritorio con silla integrada y un panel de luces superior, mejorando la organización al tiempo que facilitan su limpieza.
El asiento tiene la capacidad de girar sobre sí mismo y sobre el eje que le une a la mesa. Esto permite que podamos colocarnos en el lado más largo de la mesa para trabajar, o desplazarla a uno de los laterales cuando necesitemos espacio para limpiarla. No obstante, la distancia entre la silla y la mesa es inamovible, lo que puede resultar bastante incómodo para los usuarios que quieran sentarse más cerca o más lejos del teclado.
El mueble también dispone de una barra superior con varias utilidades. Por ejemplo, en ella se sitúan las luces que iluminan directamente el escritorio, de modo que contribuyen a que su superficie esté más despejada (y por consiguiente, mayor comodidad para limpiar o trabajar). Opcionalmente podemos colocar el monitor plano del ordenador colgando de ella, de nuevo para que todo esté más ordenado y el espacio disponible se aproveche como se merece.
Según indican en la página web del proyecto, la idea va en serio. Tan en serio que actualmente está pendiente de procesar su patente. El concepto es atractivo, aunque insistimos en que sería importante poder regular la distancia a la que nos sentamos.
Vía: Bornrich
Qué patochada… Y, además, ¿de verdad a alguien le gustaría sentarse con esos hierros entre las piernas? No sé, me parece el típico chisme de mercadillo.