Kenji Yanobe es un artista japonés que se dedica a confeccionar unos trajes un tanto extraños. Basta un rápido vistazo a su obra para descubrir su obsesiva idea de las relaciones entre el hombre y la máquina, así como su percepción de un futuro desolador y apocalíptico. En su estilo retro, que por cierto da un poco de repelús, también se aprecia una visión muy particular de la tecnología y los avances de la humanidad.Para muestra, un botón. He aquí el gigantesco robot Giant Torayan, fabricado en alumino, acero y latón y con más de 7 metros de altura. Según Yanobe es el arma definitiva para niños, puesto que baila, canta y escupe fuego. ¡Qué educativo!
Le sigue el Mamut Robot del siglo XX, que iba a ser construido con acero y restos de materiales industriales deshechados. Se trata de un prototipo diseñado en 2004 para una exposición que nunca llegó a completarse. Un año más tarde, Yanobe completó una variante de esta obra con piezas de su propio coche, un Toyota High Ace.
Este par de trajes detectores de radiación también es digno de mención. El Atom es el modelo masculino y el Uran el femenino, este último lleva una ducha incorporada para eliminar los agentes contaminantes con un buen lavado.
Aquí tenemos las Mini Tanking Machine. Unas máquinas que sirven como depósito para cualquier tipo de líquido o gas que los niños (sí, esto también es para los peques) deseen almacenar. Suponemos que por este motivo tienen aspecto de monstruo recién salido de la serie Power Rangers.
En previsión de que en el futuro los dictadores retomen el mando de las grandes naciones (crucemos los dedos para que no suceda tal cosa), Yanobe ideó en 1991 Nest. Se trata de una plataforma que amplifica los sentidos de la vista y el oído de quienes se suban a la cabina superior. La función de las máscaras nos resulta desconocida y desconcertante al mismo tiempo.
Estos coches de aquí abajo tienen en común varias cosas. Por ejemplo, que los dos están equipados con un contador Geiger para medir la radiación. Tanto el uno como el otro son bastante raros, y es bastante improbable que algún día los veamos funcionando por las carreteras.
Y en caso de que catástrofe nuclear, en la foto de abajo del todo veremos un curioso refugio de emergencia. En su interior se encuentra todo lo que necesitamos para sobrevivir en él todo el tiempo que sea necesario, mientras sea imposible regresar a la superficie.
No cabe duda de que la concepción del mundo futuro de este artista es chocante y muy pesimista. Si estás interesado en profundizar en la obra de Yanobe, no dejes de visitar su página web personal (disponible en inglés). Por nuestra parte, preferimos pensar en un mañana más esperanzador, con hoteles impresionantes, viajes al espacio y sobre todo mayor prosperidad en nuestro mundo.
Vía: DVICE
Wow, me he quedado a cuadros con los trajes. Lo más lógico sería ponerse a correr si veo alguno de estos.