Imagina que un día cualquiera, al llegar del trabajo, te encuentras a un puñado de desconocidos desvalijando tranquilamente tu casa como si fuese lo más normal del mundo. Pues eso es lo que le ha sucedido al pobre Robert Salisbury, un habitante de Jacksonville (en Oregón, Estados Unidos). Un anuncio falso colgado en Internet fue la causa de esta desagradable sorpresa.
Todo empezó el pasado sábado, cuando un anónimo (cuya identidad aún no se conoce) publicó varios avisos en Craiglist, una web de anuncios clasificados muy popular en Estados Unidos. Haciéndose pasar por el propio Robert Salisbury, el individuo afirmaba en sus reclamos que debía abandonar repentinamente su residencia de Jacksonville, así que regalaba todas sus posesiones a todo el que se acercase a su casa a recogerlas.
Por supuesto, Salisbury no tenía ninguna intención de mudarse, y mucho menos de regalar sus cosas. Cuando una mujer le llamó para reclamarle su caballo, supo que algo no andaba bien. De camino a casa se cruzó con un camión cargado con su escalera de mano, su cortacésped y su podadora. El conductor se negó a devolverle sus bártulos, argumentando que el anuncio le daba derecho a llevárselos.
Al llegar a casa (después de toparse con varios coches repletos de sus pertenencias), encontró a unas 30 personas que arramplaban con todo lo que podían. Ninguno de ellos tenía intención de detenerse, puesto que todos creían firmemente que el anuncio era legítimo. Esgrimían copias impresas de la susodicha publicación ante la atónita mirada de Salisbury, que nada pudo hacer por evitarlo.
Afortunadamente, Salisbury ha recuperado gran parte de las propiedades sustraídas, incluido su preciado caballo. Pero el sheriff Coling Fagan y el departamento de policía local todavía intentan localizar muchos de los objetos robados.
No es el primer caso de este tipo, ya que el pasado año la casa de una mujer en Seattle fue saqueada de forma similar. En aquella ocasión fue su propia sobrina la que publicó el anuncio, también en la página web de Craiglist. Por suerte para los ciudadanos honrados, estos estafadores y bromistas no siempre escapan de rositas y en ocasiones les sale el tiro por la culata.
Vía: The Seattle Times. Fotos de IrishNYC y jonkeegan