Una máquina recreativa para casa: 150 videojuegos y música a la carta

Le falta la parte de abajo, pero funciona como un reloj. Esta máquina recreativa ahora en ví­as de extinción, causó auténtico furor en los 80 y gran parte de los 90. Una máquina del tiempo para los locos por los videojuegos. Si eres un nostálgico de aquella época y puedes gastarte un dineral en caprichos, este artí­culo es para ti. se ha reeditado bajo la marca Dreamauthentics. El chisme incluye 150 juegos, entre los que se encuentran los clásicos más demoledores de Atari, Namco, Midway. Videojuegos que recaudaban fortunas moneda a moneda y que, en algunos casos, merecen estar entre los más influyentes de la historia.

La principal diferencia de esta máquina con el tí­pico arcade de los que encopntramos en los bares es que este modelo está cortadao por la mitad. Es decir, sólo tiene la parte de los mandos y la pantalla (vamos, la parte del equipo que importa). Por lo demás es una máquina reglamentaria. Como detalle, la pantalla es un LCD de 19 pulgadas.

El panel de mandos tiene controles suficientes para jugar a distintos tipos de juego: un joystick que se mueve en ocho direcciones, una trackball y once botones.

Lo curioso es que realmente funciona gracias a un ordenador Slimline de Hewlett-Packard. Esto permite que, además de ofrecer diversión con sus juegos, también se pueda usar como sinfonola. Pero en lugar de discos de vinilo lo que reproduce son canciones MP3. Dispone de controles reales como los de una gramola y un software especial. El sonido se transmite a través de dos altavoces y un subwoofer. Todo un invento.

Una réplica que permite cumplir el sueño de muchos de tener una auténtica recreativa (o casi) en su habitación. Por desgracia, el precio es la gran barrera de entrada. Cuesta la bonita cifra de 2.500 dólares (1.600 euros). Está disponible en el catálogo online de Hammacher Schlemmer.

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