Todavía no está nada claro que alguno de los incontables prototipos de papel electrónico llegue a sustituir al papel tradicional. Pero si eso llegase a ocurrir, habrá que encargarse de que el popular bolígrafo Bic reciba el homenaje que se merece. El artilugio original del inventor húngaro Ladislao Biró se ha convertido en el bolígrafo más vendido del mundo, con más de 100.000 millones de unidades en todo el mundo.
En el hipotético caso de que desapareciese para siempre (¿reemplazado por el bolígrafo inteligente?), sería una acertada decisión reciclarlos y darle nuevos usos. Pero en designboom.com se han adelantado a los hechos, realizando una recopilación de algunas de las obras presentadas a concursos organizados desde dicha página web. En todas ellas aparece el bolígrafo como denominador común, y no hemos podido resistirnos a enseñaros algunas de las más creativas.
Por ejemplo, a nosotros jamás se nos hubiese ocurrido convertir el capuchón en una navaja multiusos al estilo de la Giant Swiss Army. Un set que contiene cuchara, tenedor y cuchillo, y que nos puede sacar de más de un apuro en alguna ocasión.
Aunque para matar el gusanillo del hambre nada mejor que un capuchón caramelizado. Genial idea, ¿quién no se lo ha llevado a la boca alguna vez, aunque sea inconscientemente?
Mucho menos se nos hubiese pasado por la cabeza que un bolígrafo pudiera convertirse en un atractivo florero. Ya tienes dónde colocar esa rosa que recibiste de tu pareja en el Día de los Enamorados.
El «301 chandelier” del Estudio EnPieza merece especial atención. Una majestuosa lámpara de salón que no hubiese desentonado para nada en la sala de baile del Titanic, o en tu cine en casa de lujo.
Aunque estas otras lamparas de diseño también tienen su encanto particular. No tan alucinantes como la lámpara loS! de levitación magnética, pero de todos modos no esperes encontrar artículos siquiera parecidos en el Ikea de tu barrio.
Por supuesto, en estos concursos hay muchísimo margen para la experimentación artística. De ahí que nos encontremos con que el bolígrafo pueda erigirse en una obra de arte moderno si cae en manos de los creativos adecuados. Como ha hecho en más de una ocasión Herbert Hinteregger, a quien pertenecen las siguientes piezas abstractas:
Pero el mejor de todos, el invento que pasará a la posteridad con total seguridad, es este arco casero con flechas incluidas. Fácil de construir, es como una interpretación más radical de las típicas cerbatanas para tirar bolitas de papel en clase.
Vía: Boletín de idealista.com
No cabe duda que solo hace falta cualquier cosa y mucha creatividad para crear cosas como estas 🙂