Hay quien, para disfrutar del cine en casa, no se conforma con una buena pantalla y un equipo de sonido envolvente. En Texas (Estados Unidos) se encuentra, según la revista Home Entertainment, la mejor instalación casera del año. Sus creadores, Kyle Griffith y Mark Cravotta, presumen de haber estado trabajando durante años en un proyecto que, sumando equipos electrónicos y lujos decorativos, tiene un valor total de casi 2,35 millones de euros. Ahí es nada.
Es una auténtica sala de cine en casa, inspirada en las óperas parisinas de finales del siglo XIX.
Todos los adornos, como las lámparas, las columnas y los marcos, están hechos a mano a partir de piezas originales antiguas, rematadas con oro de 24 quilates.
La entrada a la sala ya impresiona de por sí, pues consiste en un portón de bronce macizo con figuras de leones tallados en relieve.
La sala está presidida por una pantalla de alta definición de 42 pulgadas, flanqueada por un sistema de sonido que, sólo para los tonos graves, cuenta con 24 subwoofers de 12 pulgadas cada uno.
Todo el equipamiento oculto de la sala yace en tres pequeñas habitaciones, que cuentan con un aislamiento de arcilla para que el ruido de las máquinas no afecte a los espectadores y un sistema de aire acondicionado para evitar sobrecalentamientos.
Un sistema que no sólo es caro de crear, sino también de mantener. Su equipamiento electrónico, por sí mismo, consume el triple de electricidad que todo un hogar medio estadounidense.
Y es que para tener un cine en casa de lujo no hay porqué ser apasionado de ninguna saga cinematográfica en concreto, como la formada por el tándem espacial Star Wars – Star Trek o el mítico Indiana Jones. Basta con tener un presupuesto desorbitante.
Vía: Home Entertainment
