Todos sabemos que los navegadores GPS no son perfectos ni infalibles. Por eso, si los seguimos a ciegas, podemos acabar con nuestro coche dentro de un río. El problema aumenta cuando sospechamos que nos está metiendo «en la boca del lobo» en un país que no es el nuestro. Entonces, al pararnos a preguntar por otra ruta nos podemos encontrar con una barrera idiomática.
Eso es lo que le ha pasado a Yuri, un camionero checo de unos cuarenta años de edad. El pasado viernes 26 de Octubre, pilotaba su camión por el condado de Devon, al suroeste de Inglaterra, para recoger un cargamento de televisores. En un momento dado, el navegador le indicó abandonar la carretera para internarse en un sendero sospechosamente estrecho, inclinado y rodeado de frondosidad vegetal.
Como la cosa le olía mal, el bueno de Yuri se paró a preguntar en una casa junto a la carretera. Allí le atendió una mujer, pero no consiguió sacar nada en claro debido a sus dificultades para expresarse en inglés. En esta tesitura, y con una mujer y dos niños a los que alimentar que le esperaban en la República Checa, el intrépido camionero decidió seguir las instrucciones del navegador. Todo iba bien, hasta que una cañería sobreelevada dejó su camión completamente bloqueado en mitad de aquel sendero perdido de la mano de Dios.
La fortuna comenzó a sonreírle cuando Matt Auburn, un lugareño de 19 años que vive con sus padres a unos kilómetros del sendero, encontró a Yuri con su camión varado. No es la primera vez que un camión tiene problemas por aquella zona, afirma el joven. Y siempre debido a este tipo de fallos del navegador GPS.
El camionero en apuros tuvo otro golpe de suerte cuando Matt lo llevó a su casa. La madre de la familia, Marina, es croata, y su idioma natal, al igual que el de Yuri, es de origen eslavo. De esta forma, se entendieron perfectamente y la familia ofreció hospedaje a Yuri mientras se solucionaba el problema. Pero como no quería causar mayores molestias, el camionero decidió dormir en la cabina del camión, donde tiene una cama preparada para este tipo de situaciones.
Tres noches durmió Yuri en el camión, descansando junto a los Auburn el resto de horas del día. Y es que la compañía checa de transportes para la que trabaja, Kohlman & Hasek, esperó hasta el lunes para contratar un tractor que remolcase el camión, ya que durante el fin de semana las tarifas para estos rescates son más caras. Un cúmulo de mala suerte combatido con grandes dosis de estoicidad. Esto del GPS a veces es un arma de doble filo.
Vía: Daily Mail
El Sentido comun es el menos comun de los sentidos
La verdad es que en estos casos confluyen la falta de profesionalidad y también la mala suerte. Debe ser que los alemanes se fian mucho de estos aparatos porque no hace mucho que en Asturias un autobús de ese país quedó atrapado en una carretera rural y hubo que recurrir a cortar un trozo de la carrocería para liberarlo.
Los navegadores están pensados para coches y no para vehículos mayores. Supongo que queda mucho por avanzar.
Donde vivo, en Cangas de Onís, es habitual encontrarse gente haciendo recorridos inverosímiles sólo porque lo indica el navegador.
En fin, somos humanos y es comprensible la equivocación. Ojo porque preguntar a la gente no es garantía de nada. Mejor nunca consultar a gente muy mayor y comprobar que la persona a la que preguntamos también conduce, porque con tal de quedar bien nos pueden decir muchas burradas.
Esto que bien comenta nuestro amigo de tuexperto.com, nos pasa a los camioneros muy amenudo, es por esto por lo que no me canso de buscar en internet algún navegador específico para camiones.
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