La fiebre de los navegadores está empujando a algunos fabricantes orientales a presentar inventos atrevidos, con poco futuro, pero con mucho espíritu.
La firma coreana Fydel S&T (que pertenece a IOPS) ha presentado en esta edición 2007 del CeBIT uno de estos artilugios. Se trata de un ordenador para el coche. De entrada el equipo tiene un buen acabado. Incluso, los ingenieros han pensado en el detalle de plegar la pantalla para ahorrar espacio (y de paso dejarla oculta para evitar las incursiones de los cacos).
El equipo, que funciona con Windows XP, tiene integrada la función de navegador GPS (vía satélite) para orientarnos en carretera y, además, se acompaña de un completo reproductor multimedia.
Después de todo esto (y aquí está la gracia del invento) el equipo nos permite conectar a Internet a través de una línea de telefonía móvil y ¡¡ATENCIÓN!! lleva un karaoke incorporado (esto parece de coña, pero los coreanos quieren vender en Japolandia). Sí, señor, un invento curioso y atrevido. Eso sí. Con pocas expectativas de venta.
Los clientes potenciales podrían ser los cibertaxistas. Aunque, para entrar en nuestrpo país, los importadores tendrían que superar el escollo del precio, el sistema anti-robo (en cuanto llevas algo distinto en el coche te lo quitan) y la normativa de DGT. El gran problema es que, a la primera de cambio lo declararían ilegal. Por supuesto, antes habría que aplicarle un buen canon por si el usuario (que apenas existe) piensa bajarse una canción de Ramoncín de forma ilegal (pero ¿ese Ramoncín ha grabado algún disco?)