Una vez que tenemos una idea clara de qué luz usar y dónde colocarnos para fotografiar a la mascota, tenemos que pensar en el escenario. En esta segunda entrega de retratos de animales, vamos a dar algunos consejos para hacerles fotos al aire libre o dentro de casa.
EN INTERIOR
Es más fácil recurrir a interiores bien conocidos por la mascota. Especialmente con los gatos, que pueden llegar a ser muy huidizos en un ambiente extraño.
Dentro de una casa es mucho más fácil controlar el entorno que rodea a la mascota. Podemos probar a fotografiarle mientras juega con algún objeto. O colocarlo en la cesta en la que suele dormir, por ejemplo. Así estará más relajado.
Debemos intentar también captar poses naturales, sin forzar a la mascota. Un gato que espía a unos pájaros a través de la ventana tiene una clara expresión de alerta. Buen momento para hacerle una buena foto con pose natural. Lo mismo para un perro que se revuelca en el suelo porque quiere que le acariciemos la tripa.
EN EXTERIOR
Si buscamos exteriores la cosa se complica porque el animal tiende a correr y jugar.
En cualquier caso siempre debemos buscar un fondo que contraste con el color del pelo del animal. Así, lograremos resaltar su silueta.
Si queremos retratarle mientras se mueve, lo mejor es usar ráfagas. Un sistema para disparar muchas fotos seguidas en pocos segundos.
Cuantas más fotos tomemos mejor. Luego elegiremos las que más nos gusten.
Después de corretear por el parque durante un rato, un perro siempre se tumba a descansar. Momento que podemos aprovechar para sacar fotos con más tranquilidad.
Es interesante también premiar a la mascota con algo de comida cuando su comportamiento nos permite trabajar más pausadamente.