En algunas ciudades de Estados Unidos podrían empezar a utilizarse autobuses ecológicos y de conducción autónoma ya desde el próximo año 2017. En concreto, un modelo pensado para esta función, el autobús Olli, podría ser el candidato perfecto. El vehículo ya se está probando en la ciudad de Washington.
Autobuses autónomos para solucionar los problemas de transporte
Aunque parece que el mercado de los coches autónomos ha entrado en un periodo de pausa (principalmente por las dificultades que plantean estos vehículos a nivel legislativo y por los problemas técnicos que han sufrido en los últimos meses varios coches Tesla), el futuro del transporte público urbano sí podría beneficiarse de la tecnología de conducción autónoma.
En Estados Unidos, varias ciudades han decidido apostar por Olli, un modelo de autobús autónomo y ecológico que puede transportar hasta a 12 pasajeros a la vez y que podría ser la opción perfecta para hacer frente a las necesidades de desplazamiento en grandes espacios cerrados, como campus universitarios o parques empresariales de gran extensión.
Olli, desarrollado por la compañía Local Motors, ya se ha empezado a probar en la ciudad de Washington con bastante éxito, y las autoridades esperan ponerlo a funcionar de manera oficial ya en 2017 en ciudades como Miami o Las Vegas.
Entre las características curiosas de este vehículo hay que destacar que una parte de su estructura está impresa en 3D, lo que permite una reducción de los tiempos de espera para la fabricación: el primer autobús Olli se creó en tan solo dos semanas, y Local Motors espera poner en marcha varias fábricas pequeñas en distintos puntos de Estados Unidos para responder a la futura demanda.
Antes de desarrollar la idea del autobús, Local Motors ya había conseguido crear un coche impreso en 3D y con conducción autónoma, el modelo Strati. El objetivo principal que empuja a la empresa a seguir trabajando en ese camino es reducir el uso de materiales necesarios y, de este modo, disminuir también el impacto ambiental: con los materiales impresos en 3D, el autobús Olli requiere hasta un 50% menos de carbón que los metales tradicionales, con la ventaja añadida de que las distintas piezas se pueden volver a romper o separar para reutilizarse en futuros modelos.
Y para dar lugar a un vehículo más ecológico, Olli se ha diseñado para moverse con energía eléctrica. Como curiosidad, hay que mencionar que el autobús cuenta con una tecnología de carga inalámbrica.
Un software inteligente de conducción autónoma
El autobús Olli utiliza un sistema de análisis del entorno para poder moverse por la carretera de manera segura. Es una tecnología que también utilizan los coches sin conductor de Google. Como medida extra de seguridad, en caso de que se produjera un impacto inesperado con cualquier objeto o persona, Olli está programado para detenerse automáticamente.
La tecnología de estos nuevos autobuses cuenta también con una interfaz de interacción por voz que funciona con un ordenador avanzado de IBM.
